El Gobierno se encuentra en un proceso de reestructuración de la deuda externa luego de que Cambiemos duplicara el pasivo estatal para financiar la mayor fuga de capitales desde la crisis de 2001. Durante un único período presidencial, Mauricio Macri consiguió también que su hermano, Gianfranco, blanqueara U$S 4 millones. Sin embargo, esta no fue la única ocasión en que la familia que fundó el PRO usó al Estado para negocios privados que le hicieron ganar millones, sino que se remonta a la última dictadura cívico-militar, gracias a la que crearon el imperio que Socma es hoy.
En diciembre de 2015, el pasivo estatal total ascendía al 52,6% del PBI. Cuatro años más tarde, las obligaciones alcanzaron casi la totalidad de la producción anual de la economía argentina: 91,6%. Sumado al despilfarro de las reservas del Banco Central y a la irresponsabilidad de Macri en juntar todos los vencimientos en un período de tiempo acotado, el ministro de Economía actual, Martín Guzmán, debe renovar los bonos en pesos y renegociar los dolarizados para armar un perfil sustentable para lás próximas décadas. El propio FMI admitió que la deuda argentina no es sustentable y les pidió a los acreedores un alivio de hasta U$S 85.000 millones.
El incremento en el macrismo no sólo se debió al endeudamiento indiscriminado para alimentar la salida de capitales, sino también a la recesión que generaron la reprimarización de la economía y la consecuente concentración de la riqueza. Por esto, el pasivo sobre el producto subió del 52,6% en 2015 al 53,1% en 2016, 56,6% en 2017, 86% en 2018 y 91,6% a septiembre de 2019, de acuerdo al Ministerio de Economía.
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Durante la era Macri, la deuda en moneda foránea ascendió en U$S 103.808 millones. Esto tuvo su correlación con la compra de dólares por parte de privados: la fuga de capitales totalizó U$S 88.371 millones, de acuerdo a CIFRA. Al momento del cambio de mando en diciembre del año pasado, el número casi doblaba las reservas internacionales. El levantamiento de la obligación a que los exportadores liquiden las divisas que generan no se contabilizó como fuga, pero le sumó todavía más presión al sistema financiero.
Esta no fue la única forma en que el expresidente utilizó al Estado para su propio favor durante su mandato. El blanqueo que impuso en 2016 fue aprovechado por Gianfranco Macri para ingresar $ 63,5 millones (U$S 4 millones) de la familia al sistema financiero formal, como había revelado Horacio Verbitsky. Esta exclusiva fue la razón por la que el ex jefe de Estado persigió al periodista, quien debió crear El Cohete a la Luna para tener un espacio donde publicarla.
Creó un imperio gracias a la dictadura
Lo que la mayoría de los argentinos vivieron como terrorismo de Estado, fue un negocio multimillonario para la familia de Franco Macri. De hecho, durante la dictadura creció el grupo empresario de Socma y lo consolidó como un imperio.
En 1982, el entonces presidente del Banco Central, Domingo Cavallo, estatizó deuda privada a través del mecanismo de los seguros de cambio. Una porción sustancial de esas obligaciones fueron luego probadas como ficticias, muchas con forma de autopréstamos, ya que el gobierno de facto no se molestó en probar su veracidad. De este modo, la deuda externa pasó de U$S 8.000 millones a comienzos de la dictadura a U$S 40.000 millones al final.
Los seguros de cambio consistían en una garantía en las que el Estado les aseguró a las empresas, en un contexto de fuerte devaluación, que en el momento en que tuvieran que pagar deudas les otorgaría dólares al tipo de cambio del momento en que esa deuda había sido contraída. Con este instrumento, la familia Macri le transfirió al pueblo argentino el pasivo de U$S 124.142.000 por Sevel, U$S 60.751.000 por Sideco Americana y U$S 51.000.000 por Fiat, de acuerdo a la posterior investigación parlamentaria incentivada por Alejandro Olmos y que culminó con la declaración de esta deuda como "ilegítima y fraudulenta".
Sumado a esto, en 2001, los Macri fugaron millones a través de sus compañías Sideco se llevó U$S 27.128.866, Socma U$S 9.316.000, Socma Americana U$S 6.415.344 y Correo Argentino U$S 4.891.000. Así fue documentado por la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputados sobre la excepcional salida de divisas ese año antes del mayor crack económico y social en la historia moderna del país.