A las 0 horas de hoy comenzó el paro por 24 horas convocado por los gremios del transporte en reclamo por el impuesto a las Ganancias. El mismo adquirió más relevancia al recibir la adhesión de otras ramas, como los Camioneros de Hugo Moyano, los bancos, y los expendedores de combustibles, entre otros.
La huelga se siente con fuerza en la mañana de la Ciudad. No circula ningún colectivo, ni tampoco los trenes ni subtes, que permanecen cerrados. De hecho, varias líneas de colectivos dejaron de funcionar desde anoche, alrededor de las 23, lo que generó grandes inconvenientes para numerosos trabajadores que se sorprendieron con el anticipo de la medida de fuerza.
Los taxis anoche no permitían hacer reservas y hoy bien temprano se llegaban a conseguir casi sin inconvenientes, pero pasadas las 7.30 ya era una misión prácticamente imposible. Según contaron taxistas a El Destape, "muchos compañeros decidieron no salir a trabajar por miedo a represalias", lo que hizo que este servicio se vea reducido en la jornada del paro, y sumará más complicaciones para los porteños que deseen ir a trabajar.
Incluso, una patota atacó esta madrugada a taxistas en el límite de los barrios porteños de Balvanera y Recoleta, donde obligaron a hacer bajar a los pasajeros mientras amenazaban a los choferes para que dejaran de trabajar.
Al menos seis conductores de taxis fueron víctimas de estos episodios alrededor de las 5, en la esquina de las avenidas Pueyrredón y Córdoba. El accionar fue advertido mediante el sistema de comunicación radial a los choferes que estaban trabajando para que evitaran pasar por ese lugar.
El silencio puede sentirse en todos los barrios porteños, incluido el bullicioso microcentro y las terminales Constitución y Retiro, donde casi no se ve gente caminando y si bien por esas zonas circulan bastantes autos, el tránsito es fluido en los sectores donde no hay cortes de calles y el caudal es significativamente menor al de un día laboral. La postal de la Capital podría decirse que se asemeja a la de un domingo de enero, cuando el grueso de los argentinos deja desierta la Ciudad por las vacaciones. Los comercios, por el momento, mantienen sus persianas bajas.
Esta mañana los principales accesos de la Capital se encontraban cortados por agrupaciones de izquierda que, a pesar del anuncio previo del sindicalista Pablo Micheli, finalmente realizaron piquetes. El primero arrancó a las 5 de la madrugada en la Panamericana, kilómetro 31, a la altura de autopartista Lear. A las 7 bloquearon el Puente Pueyrredón (a las 11 esta vía quedó liberada, cuando el impacto del paro ya había quedado con contundencia) y si bien a las 8 estaba previsto que frenaran la bajada de la autopista en La Plata los manifestantes se adelantaron y la cortaron a las 6.30.
El paro anunciado por la Confederación General del Trabajo (CGT) que conduce Hugo Moyano repercute además del transporte en escuelas (que no adhieren a la medida de fuerza pero los padres tendrán dificultades para llevar a sus hijos a clase), puertos y todos los servicios públicos en Capital Federal y varias provincias del país. El servicio de recolección de residuos es uno de los que más impacta. Los contenedores están desbordados y la Ciudad rebalsa de basura en la calle.
En escuelas públicas y privadas bonaerenses y porteñas y del resto del país abrieron sus puertas para permitir la asistencia a clase mientras se suman a la medida los sindicatos disidentes de Ctera con conducciones de izquierda.
En el ámbito universitario, profesores de Conadu Histórica y las 29 regionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) también se sumarán a la huelga. Cuatro de las cinco federaciones docentes de la paritaria nacional -Ctera, UDA, CEA y Sadop- confirmaron que no cumplirán la huelga, mientras los técnicos de Amet decidieron despegarse de sus anteriores aliados y se sumarán al paro.
Mirta Petrocini, titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), aclaró que "acompaña el paro nacional al ser parte de la DAC", la agremiación Docentes Argentinos Confederados, y apuntó que el impuesto a Ganancias "es regresivo y perjudicial para el trabajadores".
La huelga nacional paraliza las actividades también en el interior del país. Los puertos del Gran Rosario no funcionan y el transporte público de pasajeros también muestra un alto acatamiento.
Se esperan movilizaciones de médicos en Catamarca, de docentes en Santiago del Estero, de la CTA en Córdoba, Tucumán y Tierra del Fuego, y piquetes que cortarán el tránsito en Rosario por parte de la Corriente Clasista y Combativa.