A raíz de la pandemia del coronavirus y la suspensión de las clases, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires modificó el alimento que envía a las escuelas para que los chicos lleven a sus casas y no dejen de alimentarse. Pero a la hora de concretar la modificación, definió una insólita dieta: comenzó a enviar sandwiches de jamón y queso como refrigerio para todos los mediodías en las viandas de los niños de primera infancia, es decir, como alimento para criaturas de 45 días a 2 años. Hay bebés de 8 meses que además de leche comían papilla e incluso carne, pero hoy reciben pan con fiambre, según denunció la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Los trabajadores y las trabajadoras del programa Primera Infancia del Área Socioeducativa, que depende del Ministerio de Educación de la Ciudad, denunciaron “con bronca y angustia” la decisión del gobierno porteño de enviar a “las escuelas un insignificante ‘refrigerio’ que consiste en dos rodajas de pan y dos fetas de fiambre”. “Es inadmisible que nos envíen sanguches de jamón para alimentar a bebés”, cuestionaron.
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El programa Primera Infancia, que tiene 40 sedes distribuidas en toda la Capital Federal, funciona como un jardín y “acompaña a niñes de 45 días a 5 años en los barrios de la zonas más golpeadas de la ciudad y a les hijes de las alumnas madres de las escuelas secundarias”, indicaron los denunciantes, quienes exigieron “la inmediata restitución de la comida caliente en viandas para que cada familia pueda alimentar a sus peques como es debido en estos tiempos en que hay que cuidarnos más que nunca por el bien de todes”. Funciona en escuelas, centros educativos y en algunos espacios en cogestión con organizaciones sociales. Están en distintos barrios o villas como la 15 o la 1.11.14, por citar algunos ejemplos.
Consultados por El Destape, desde el entorno de la ministra de Educación, Soledad Acuña, buscaron bajarle el tono a la acusación. Calificaron la denuncia como una maniobra política de UTE y aseguraron que las viandas que llegan son las correctas. Las constancias, sin embargo, indican lo contrario.
Un cronograma con el menú semanal (que se replica por 15 días) evidencia lo que denuncian desde UTE. Se trata de un material que se elabora en la administración porteña y luego se comunica a las escuelas. De acuerdo a ese “mosaico”, así se lo conoce en los establecimientos educativos, el refrigerio para los niños de 1 y 2 años de lunes a viernes de esta semana y la siguiente, es: sandwich de pebete con queso (lunes, miércoles y viernes) y sandwich de figazza con queso (martes y jueves). Para los chicos menores de un año, leche maternizada. Ellos, que solían alimentarse con papilla también, están recibiendo pan con fiambre. La distribución de la comida está a cargo de una concesionaria.
Damián Drescher es docente de nivel inicial en el espacio "Luces en el Bajo", ubicado en el barrio Rivadavia. Allí asisten 27 niños y niñas de entre 8 meses y 3 años. “Hoy (por este miércoles) fue un escándalo. No había sandwiches para todos. Llegaron viandas para 13 chicos nomás”, explica Damián, que enfatiza la indignación que le causó ver que se volvió a repartir como refrigerio un pedazo de pan con media feta de jamón y media de queso. “A los bebés de 8 meses les enviaban comida caliente”, añade. Sin ir más lejos, un mosaico de hace días atrás refleja que los niños de 7 y 8 meses, por ejemplo, recibían carne con polenta con queso; o pollo con puré de calabaza.
Drescher también trabaja en la escuela 12, del distrito escolar 19 (el Bajo Flores) donde asisten 800 niños de primaria. Este miércoles también hubo problemas con el envío de las viandas: “Llegaron la mitad, 375”, asegura a este medio.
Este problema con la dieta no solo se da en primera infancia. De acuerdo a los delegados de UTE también se replica en establecimientos de nivel inicial, donde acuden niños de 45 días a 5 años de edad. Allí llega el mismo sandwich como vianda. Y seguirá llegando para los próximos almuerzos, según el plan alimenticio de la gestión porteña.
María José Gutiérrez, secretaria de inicial en UTE, asegura que se está enviando a chicos de hasta 5 años la misma vianda que en primera infancia. Pone como ejemplo la escuela infantil 11 del distrito 5. Dice que pasa en casi todos los establecimientos, porque realizó un relevamiento. Además, menciona espacios que ni siquiera están recibiendo alimentos. “El jardín de la Sardá no recibió nada hoy (por este miércoles). Allí acuden niños de 45 días a 2 ños. Con el jardín del Ramos Mejía sucedió lo mismo. La escuela 4 el distrito 13 tampoco recibió comida”, enumera.
La noticia de lo que estaba sucediendo llegó a UTE el lunes. Ariel Sánchez, secretario del área socioeducativa del sindicato, cuenta que ese día empezaron a “recibir denuncias de algunas escuelas primarias y medias desde donde señalaban que las viandas eran un desastre, que los sandwiches eran pésimos”. “El martes empezamos a recabar información y nos empezaron a llamar delegados de primera infancia, indignados”, señala. Este miércoles hicieron pública la denuncia.