En el sindicalismo cayó muy mal la insistencia del gobierno en aplicar una flexibilización laboral a través de la reducción de las indemnizaciones por despido. Tanto es así que desde las distintas variantes del gremialismo ya elaboran distintas estrategias para frenar el proyecto en el Congreso, donde ingresó el proyecto el pasado viernes a última hora, mientras comenzaba el fin de semana largo.
Según reportó El Cronista,desde la CGT, que hasta ahora se mostró cercana a Mauricio Macri y apoya parte de las reformas, decidieron comenzar a hablar con los legisladores para frenar la modificación del artículo 245 de la ley de Contrato de Trabajo, que establece no computar el aguinaldo y cualquier otro tipo de bonificación como parte de la remuneración habitual a la hora de calcular la indemnización por despido.
Según una fuente de la CGT que habló con el citado matutino, "esto cayó muy mal y hay bronca acumulada con Triaca, que se lanza con esto porque se está jugando el puesto".
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La reforma laboral es la única que no pudo ser aprobada en diciembre, luego de que el Gobierno agotara todo el capital político en la reforma previsional que redujo el cálculo de aumento a los jubilados. En el peronismo no quisieron aprobarlo luego de las luchas internas de la CGT, especialmente por la resistencia del moyanismo a acompañarla.
Precisamente, desde ese sector sindical fueron más allá y no descartaron sumarlo a una lista de reclamos para impulsar un paro nacional en el corto plazo. "El año pasado frenamos la reforma laboral en el Congreso y lo vamos a volver a hacer", afirmaron.