El Gobierno debe reestructurar la deuda pública que tomó Mauricio Macri, no para ampliar la capacidad exportable de Argentina, ni mucho menos a crear trabajo, sino a la simple fuga de capitales. Este proceso es el que busca investigar el diputado nacional Itaí Hagman desde el Congreso, incluso para poder repatriar esos fondos y "terminar con los ciclos perversos de endeudamiento", que marcaron cuellos de botella en la historia argentina.
Como vicepresidente de comisión de Finanzas y vocal en la de Presupuesto, el joven economista profundiza el principal tema de campaña del Frente de Todos, que se enfocó en que "nueve de cada diez dólares de la deuda salieron como fuga". Ante esto, entrevistado por El Destape, esgrime que su máxima preocupación no radica en "la forma en que se tomó deuda, sino su funcionalidad", en referencia a la dolarización de las ganancias de un exclusivo grupo de beneficiados del modelo macrista.
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Militante desde sus tiempos en la UBA, el legislador referente de Patria Grande explicó que "no alcanza sólo con reestructurar la deuda, sino que necesitamos que esa plata vuelva y evitar que se siga fugando para resolver un problema estructural".
Mauricio Macri duplicó en sólo dos años el nivel de deuda sobre PBI que había heredado de Cristina Kirchner ¿Por qué los fondos internacionales le prestaron continuamente hasta 2018? ¿No analizaron que la política económica de Cambiemos no era sustentable?
No sólo duplicó el peso de la deuda sobre el PBI, sino que cambió su composición que pasó a ser en moneda extranjera y a acreedores externos. Esto tiene que quedar en claro porque cuando hablamos del total de la deuda y se dice que en 2015 la argentina tenía un stock de deuda equivalente a 240.000 millones de dólares hay que aclarar que la mayor parte de esa deuda era en pesos y con otros organismos públicos. Ahora es en dólares y con bonistas y organismos multilaterales, es completamente distinto. Por eso el peso de los intereses pasó de representar el 5% del presupuesto nacional a casi el 20%. Los mercados le prestaron dos años a Macri porque argentina le ofrecía un negocio fabuloso dado por las tasas de interés y la libre entrada y salida de capitales. Cuando eso se terminó, el apoyo del FMI ya fue estrictamente por razones geopolíticas, no de rentabilidad financiera.
¿Por qué Macri pudo tomar el mayor préstamo en la historia del Fondo sin pasar por el Congreso? ¿Estaba realmente permitido o no existen medidas institucionales para evitar este tipo de arbitrariedades?
Se basaron en un artículo de la Ley de Administración Financiera que en realidad ya no era aplicable en 2018. Además, el FMI violó su propio estatuto para hacer este acuerdo. Pero más allá de la discusión jurídica, es obvio que semejante acuerdo necesitaba un consenso más amplio, sobre todo porque estaba hecho para que lo pague el gobierno siguiente. Esto es un tema sobre el que tenemos que avanzar, necesitamos una regulación sobre el endeudamiento externo que impida que un gobierno pueda dejarle una herencia de tal magnitud al que sigue, que impida que un gobierno deje vencimientos impagables desatendiéndose de la responsabilidad. Ojalá podamos avanzar en el Congreso con algunos cambios normativos en este sentido.
En cambio, Alberto Fernández sí presentó un proyecto para la renegociación de la deuda en moneda extranjera, pese a que ya tenía el aval de la ley de administración financiera para hacerlo ¿Por qué se buscó este apoyo del Parlamento?
Obviamente el apoyo de la oposición resulta muy útil para fortalecer la posición negociadora del gobierno frente a los acreedores externos. También me parece destacable que, a diferencia del gobierno anterior, el Frente de Todos comenzó su gestión dándole mucho lugar al Congreso tanto para la ley de solidaridad social y reactivación productiva como en este caso. Es un cambio fuerte también en términos republicanos, que era una bandera que supuestamente pertenecía al campo político de Cambiemos y fue otra estafa marketinera.
¿No es contradictorio que los legisladores de Cambiemos hayan apoyado reestructurar la deuda que ellos mismos volvieron insostenible?
Habrá que preguntarles a ellos. Pero puedo suponer que votar en contra los dejaba muy mal parados. Si la negociación es exitosa, van a poder decir que ellos colaboraron votando el proyecto. Si no es exitosa, van a decir que no es su culpa porque colaboraron. Lo más inteligente que podían hacer es votar a favor, por mero instinto de supervivencia política.
Hubo negociados en la emisión de deuda a través de comisiones y títulos hechos a medida de fondos de inversión ¿Fue una regla beneficiar a grupos "amigos" durante el macrismo? ¿Qué va a pasar con los que cometieron negociados privados a costa de endeudar al país?
Es un tema que se debe investigar, desde el Congreso y desde el poder judicial ojalá también se haga. Detectar todas las irregularidades, tráfico de información, connivencias para hacer negocios a costa del patrimonio o las reservas del país. Pero lo que más me preocupa no fue la forma en que se contrajo la deuda sino su funcionalidad. Para qué se usaron los dólares que entraron al país, no fue para invertirlos en la producción ni en servicios públicos, sino que financiaron uno de los procesos de fuga de capitales más intensos de la historia argentina. 9 de cada 10 dólares de la deuda salieron como fuga.
Durante la campaña, el Frente de Todos expuso el vínculo entre emisión de deuda y fuga de capitales... ¿se profundizará ese enfoque?
Es un tema muy importante, sobre el que me atrevo a decir que aún no terminamos de tomar conciencia en el propio Frente de Todos. La fuga por un lado explica por qué no tenemos los dólares para pagar. Pero también explica por qué no hay plata para inversiones y ese problema sigue. Cada dólar que se fuga es un dólar que no se invierte. ¿Quién fugó esos dólares? Hay de todo, pero estoy seguro que un porcentaje muy importante son grupos económicos muy poderosos, empresas nacionales y extranjeras. Hicieron negocio con la bicicleta financiera durante 2016 y 2017 y luego en 2018 dolarizaron sus ganancias a un dólar barato y lo fugaron al exterior. En 2019 siguieron haciéndolo. Esos dos años son record histórico de fuga de capitales. Necesitamos investigar ese proceso, como se hizo en el año 2002 y 2003. Necesitamos repatriar esos fondos para que la argentina salga a adelante. No alcanza sólo con reestructurar la deuda, sino que necesitamos que esa plata vuelva y necesitamos evitar que se siga fugando para resolver un problema estructural de la economía argentina. Si no investigamos la fuga de capitales y no tomamos medidas para contar con esos fondos, será imposible poner en marcha un plan de desarrollo que cambie estructuralmente las condiciones de vida del pueblo argentino. Investigar la fuga y terminar con estos ciclos perversos de endeudamiento es condición para poner a la argentina de pie.