El intendente de la localidad bonaerense de San Antonio de Areco, Francisco Durañona, uno de los municipios afectados por las inundaciones que azotan a gran parte de la provincia, afirmó hoy que "sigue bajando el río" por lo que los evacuados podrían iniciar mañana el regreso a sus hogares.
"La situación mejora. Desde ayer temprano empezó a bajar el agua y el río sigue bajando con bastante velocidad", celebró el funcionario en declaraciones a radio Mitre.
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Las autoridades aguardan que esta noche el río llegue "cerca de su cauce y permita arrancar con los operativos de regreso a casa" para las 120 personas que permanecen evacuadas en el gimnasio municipal y otras 850 que se autoevacuaron en casas de familiares y amigos.
Durañona explicó que la inundación que sufrió el municipio, entre otros distritos bonaerenses, fue "multicausal".
"La cantidad de lluvia, el cambio climático, el comportamiento del suelo a través del sistema de producción, el sistema de canalizaciones, la falta de obras hídricas que hay que continuar haciéndolas son situaciones que generan que el río crezca", afirmó.
A su vez, destacó que en esta oportunidad el impacto fue "menor" que en las inundaciones sufridas en 2009 y 2014 debido al plan hídrico que se comenzó a ejecutar en 2011, aunque reconoció que aún queda pendiente la "última etapa" del proyecto: "Creemos que con las obras que nos faltan vamos a poder reducir fuertemente el impacto del río", aseveró.
Por otra parte, en Luján, existe un lento retroceso del río: comenzó a bajar luego que el martes ascendiera a 5,43 metros, superando por 11 centímetros la crecida de 2014. Y tras mantenerse así hasta las 22, comenzó su descenso, registrando a las 3 de la madrugada una altura de 4,53 metros. Y, a las 9 de hoy, el nivel del río alcanzó los 2,40 metros fuera de su cauce natural. De todas formas, esta es la peor inundación que le tocó padecer a la localidad en los últimos 29 años.