Desde que Cambiemos asumió la administración pública, el Hospital al Nacional Alejandro Posadas sufrió el recorte de más de 700 trabajadores de su planta de enfermeros y especialistas médicos. Ahora, el Ministerio de Modernización junto a la cartera de Salud y la dirección del centro de salud preparan una nueva ola de despidos que rondará entre los 130 a 200 profesionales a quienes no le van a renovar sus contratos. Mientras tanto, los trabajadores denuncian persecución gremial, vaciamiento y el inicio del camino a la privatización del servicio de salud.
Debido a la cantidad de despidos, el Hospital - que es especialista en oncología, infectología, cardiología, farmacología y pediatría - no puede atender a la cantidad de pacientes que atendía y varios servicios se vieron obligados a cerrar sus puertas por la falta de personal ya que las principales bajas se registraron en enfermería.
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Otro sector afectado por la cesantía fue la parte de farmacia, donde se dejaron de fabricar 145 productos de producción propia y se dejó de recibir a los estudiantes de la UBA de la carrera homónima para que hagan sus prácticas. Los pacientes oncológicos no reciben sus medicamentos y luego del despido de la técnica de imuno-histoquímica, Karina Almirón, muchos no pudieron continuar con su tratamiento. Además, los que sí pueden, son seleccionados en una lista y se decide a quién se le entregan los remedios.
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La situación es crítica: camas vacías, listados que dan vuelta entre los pasillos del hospital con los posibles cesanteados, miedo por represalias si participan de las asambleas, efectivos de seguridad rondando el lugar y médicos que no dan abasto para atender la demanda que recibe un hospital nacional.
"“Desde que despidieron a los compañeros la última vez, el servicio de terapia pediátrica permanece cerrado"
“Desde que despidieron a los compañeros la última vez, el servicio de terapia pediátrica permanece cerrado y bajó la orden de que solo sea de internación mínima. No aceptamos derivaciones, excepto que sean graves. Tenemos un servicio fantasma que tiene todo el equipamiento pero no hay personal”, detalló Gabriel Amarilla, enfermero en terapia intensiva pediátrica, en diálogo con El Destape.
Puntualizó que por orden de la dirección “no se hacen cirugías de emergencia. Para terapia intensiva solo hay cinco camas ocupadas cuando hay 16, en terapia intermedia hay 7 pacientes cuando hay 16 camas. Cardiología es un servicio vacío, se suspenden cirugías programadas o se reprograman al menos que sea muy urgente. En neurología pasa lo mismo y no se dan turnos. Está la orden de no internar y no aceptar pacientes”.
Voceros del ministerio que conduce Andrés Ibarra explicaron a este portal que “cada organismo es responsable de su personal. Desde el Ministerio se trabaja en conjunto de ver los presentismo y contratos pero la decisión la toma el Hospital”.
Desde el Ministerio de Salud no quisieron hablar al respecto a pesar de que El Destape les consultó por la situación del Posadas y se llamaron a silencio. Pero una voz extraoficial del mismo ministerio confirmó las denuncias de los médicos y la intención de que la crisis que atraviesa el centro de salud no trascienda.
Por miedo a represalias, una trabajadora contó en off a este medio que “hay un gran vaciamiento en farmacia”. “Había 37 personas trabajando y despidieron a 14. Se dictaba la tecnicatura de Farmacia Hospitalaria y se cerró. Se dejó de recibir a los estudiantes de la UBA para que vengan a hacer sus prácticas. Se dejaron de producir 145 medicamentos, se dio la orden de no hacer más producción y se intervino el servicio por una persona que no es bioquímico de apellido Blanco Villegas”, relató.
"Se bajó la orden de que los pacientes terminales no tienen derecho a un tratamiento"
Además, reveló el trato que reciben los pacientes oncológicos por el recorte de personal que sufre el hospital: “Ahora los cuadros se plantean de una manera diferente porque despidieron a la compañera inmuno-histoquímica que era la encargada de evaluar con qué tratamiento seguía cada paciente. Pero eso cambió y bajó la orden que los pacientes que tienen metástasis o es terminal, no tienen derecho a un tratamiento entonces se seleccionan a los pacientes que van a recibir los medicamentos”.
Desde la dirección del Hospital no contrataron nuevo personal, la orden fue contundente de reducir la atención. Amarilla, al respecto, contó que “entraron enfermeros pero como monotributistas pero no eran idóneos porque no estaban capacitados para estar en el servicio de terapia intensiva o de cardiología”.
Frente a esta situación, los trabajadores del Posadas marcharon el lunes pasado al Ministerio de Modernización y de Salud para exigir una solución y la incorporación de los despedidos pero solo recibieron la atención de asesores que les recibieron la nota y nada más.
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“No nos quieren recibir. Se echan la culpa unos con otros. Las veces que fuimos, nos dicen en Modernización que nada tienen que ver con los despidos que es algo del Hospital porque es descentralizado y tiene facultades para hacer determinadas cuestiones pero el Posadas es nacional y se tienen que hacer cargo. Y le tiran la pelota al Ministerio de Salud que tampoco se hace cargo”, criticó la delegada de Cicop, Mirta Arceri.
"Están agotados, saturados, los pasan de un servicio a otro. Hay mucha presión y sometimiento”
“La situación dentro del Hospital es muy triste. Los compañeros están atemorizados de participar en asambleas por miedo a ser despedidos porque tienen un contrato precario que los ata de pies y manos. Están agotados, saturados, los pasan de un servicio a otro. Hay mucha presión y sometimiento”, manifestó la delegada gremial.
En ese sentido, Amarilla aseguró que todavía sigue la presencia de Gendarmería y de la Policía pero “no están tan visibles sino que están en puntos estratégicos, se pasean a 150 metros de la entrada y andan de civil” e indicó que “existe un servicio de vigilancia interna”.
En tanto, desde el Sindicato de Trabajadores de la Salud agregaron a la denuncias ya pronunciadas, la intención del Gobierno nacional de privatizar el centro de salud: “Empezaron en el 2016 con los servicios de limpieza y jardinería. Antes lo hacían trabajadores del Posadas pero ahora contrataron a una empresa que son tercerizados. Ahora van por el comedor del hospital y están por contratar al Grupo L que presta servicios de catering”.
Mientras la crisis se profundiza, los trabajadores se siguen organizando y se preparan para un nuevo conflicto.