El ministerio de Defensa suizo informó que investiga el presunto uso de una empresa de este país, Crypto AG, para espiar en el pasado a 120 países en favor de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) y los servicios secretos alemanes (BND).
"Pete Muller me entrevistó y me contó todo esto para pedirme información sobre Argentina. Pude verificar que esas maquinas estuvieron en uso en la Argentina, pero no hay más información que esa", expresó el periodista Horacio Verbitsky en El Destape Radio.
En un comunicado, el ministerio señaló que tras conocer la posible implicancia de Crypto, ya a fines del pasado año, se nombró a un antiguo juez del Tribunal Supremo de Suiza, Niklaus Oberholzer, con el fin de "investigar y clarificar los hechos".
Oberholzer hará públicos los resultados de su informe en cuatro meses, señaló el comunicado, en el que subrayó que algunas de las acusaciones "datan de 1945 y son difíciles de reconstruir e interpretar en el actual contexto".
Según cables publicados el martes por el centro independiente National Security Archive (NSA) tras una investigación realizada por el diario estadounidense The Washington Post junto a las cadenas públicas alemana (ZDF) y suiza (RTS), la CIA espió durante años las comunicaciones diplomáticas y militares de decenas de países.
Lo hizo a través de máquinas de encriptado de Crypto AG, que durante décadas fue propiedad de la CIA y de BND.
Crypto AG comercializó miles de máquinas de encriptado a más de 120 países de todo el mundo, como Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, México, Colombia, Perú, Venezuela, Nicaragua, España, Grecia, Egipto, Arabia Saudí, Irán o Irak, entre otros.
La firma, propiedad de la CIA, habría provisto de información secreta al ejército de Gran Bretaña nada más y nada menos que durante la guerra de Malvinas, en 1982, gracias a que algunas de sus máquinas eran usadas por las FF.AA. de la Argentina.
Esas naciones cifraron sus comunicaciones con máquinas de Crypto AG sin saber que Estados Unidos podría estar "escuchando".
Los productos de Crypto AG se siguen empleando en más de una decena de países en todo el mundo y la firma continúa operando con sede en el cantón central suizo de Zug, aunque fue liquidada y desmantelada en 2018 por sus inversores, a través de una empresa de Liechtenstein, país cuyas leyes les permiten mayor privacidad.
Dos firmas compraron casi todos los activos de Crypto AG: CyOne Security, que vende sistemas de seguridad al gobierno suizo, y Crypto International, que controla la marca y el negocio internacional de la antigua compañía.