A lo largo dela historia el cine, los documentales, las series y los libros han llevado un registro de toda la fortuna que se robaron los oficiales nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Esta riqueza apropiada por los seguidores de Adolf Hitler comprende una colección de cuadros,oro, joyas y dinero en efectivo que, en una reciente investigación del Centro Simon Wiesenthal, fue depositada en parte en el actual Banco Credit Suisse con sede en Zurich, Suiza.
El Centro reveló una serie montos y transferencias que se realizaron por nazis en Argentina que vivieron en el país. Hoy se dio a conocer un listado con 12.000 nombres de nazis que se asentaron en nuestro país.
El Director de Relaciones Internacionales, Shimon Samuels, y el Director para América Latina del Centro, Ariel Gelblung, fueron quienes difundieron la documentación exclusiva. Muchos de estos seguidores de Hitler habían aportado a una o más cuentas bancarias en el Schweitzerische Kreditanstalt, que luego se convirtiera en el Banco Credit Suisse. El investigador Pedro Filipuzzi descubrió por azar en un viejo depósito de la que históricamente fue la sede nazi en Buenos Aires, lugar donde trabajaba, una copia original de la lista de 12.000 nombres, y la compartió con el Centro Wiesenthal.
"Creemos que estas cuentas latentes llevan dinero saqueado de las víctimas judías", destacó Filipuzi.
"Durante la década de 1930, el régimen militar pro-nazi del Presidente José Félix Uriburu, apodado Von Pepe por germanófilo, y de su sucesor Agustín Pedro Justo, acogió con beneplácito una creciente presencia nazi en Argentina. En 1938, este último fue reemplazado por el Presidente antinazi Roberto Ortiz, quien con el objeto de desnazificar la Argentina, estableció la Comisión Especial para la Investigación de Actividades Anti-Argentina", afirmaron en el Centro. Además, solicitaron el acceso a los archivos del Credit Suisse para resolver este asunto en nombre del número cada vez menor de sobrevivientes del Holocausto. "Solicité para nuestro investigador experto, el acceso a las cuentas producto de los fondos despojados. No hubo respuesta ", replico Samuels.
Un dato no menor es que hasta 1938 se registraba una cifra oficial de 1400 miembros de la sección exterior del NSDAP/AO (Partido Nacional Socialista Obrero Alemán/Organización Exterior), con residencia en Argentina, así como más de 12.000 miembros de apoyo a la encubierta "Unión Alemana de Gremios " anteriormente denominada "UAG-Frente Alemán del Trabajo" (DAF-Deutsche Arbeitsfront) y otros 8.000 afiliados a otras organizaciones nazis. Se desconoce si hubo más bancos implicados, pero desde el Centro afirmaron que todos los que operaban durante la época podrían estar vinculados.
"Estas incluían compañías alemanas como IG Farben (el proveedor de gas Zyklon-B, utilizado para exterminar judíos y otras víctimas del nazismo) y organismos financieros como el 'Banco Alemán Transatlántico' y el 'Banco Germánico de América del Sur'. Estos dos bancos aparentemente sirvieron para transferencias nazis en el camino a Suiza", señaló Samuels.
Gelblung agregó: "Muchos de los nombres enumerados estaban relacionados con compañías pro-nazis incluidas en la lista negra de Estados Unidos y el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial".
La historia del hallazgo
La Comisión Especial de Investigación de Actividades Anti-Argentina que fue mencionada anteriormente rescató el alijo completo de documentos durante una redada en la Unión Alemana de Gremios.
En el período 1941-1943, la Cámara de Diputados de la Nación revisó e imprimió un informe que incluía transferencias bancarias nazis de Argentina a Suiza.
En 1943, el Grupo de Oficiales Unidos pro-nazis (GOU - Grupo de Oficiales Unidos) tomó el poder, encabezado por el líder de la milicia fascista Pedro Pablo Ramírez Menchaca como presidente, y disolvió la Comisión Especial, de esta forma quemaron sus pertenencias e informes, incluyendo las listas relacionadas con los nazis, impresas por la Cámara de Diputados de la Nación.
Así fue como Filipuzzi, quien trabajaba en la antigua sede nazi de Buenos Aires, encontró, en una vieja bodega, una copia original de las 12,000 listas, ahora compartidas con el Centro Wiesenthal.
Más adelante, en una carta al vicepresidente de Credit Suisse, Christian Küng, el Centro declaró: "Creemos que es muy probable que estas cuentas inactivas contengan dinero saqueado de víctimas judías, bajo las leyes de arianización de Nuremberg de la década de 1930", y agregó: "Somos conscientes de que ya tiene demandantes como presuntos herederos de los nazis en la lista ".
El Centro pidió tener acceso a los archivos de Credit Suisse para esclarecer este asunto en nombre del número cada vez menor de sobrevivientes del Holocausto.
"Señor. Küng, en 1997, organizamos una importante conferencia en Ginebra, junto con Winterthur Insurance, sobre "Restitución: una deuda moral a la historia". Unas semanas antes de nuestra conferencia, recibí una llamada telefónica de Credit Suisse, solicitando copatrocinar nuestra reunión. "..." En el espíritu del título de la conferencia, solicité acceso a cuentas desorganizadas para nuestro investigador experto. No hubo respuesta ", señaló Samuels.
"Esperamos que la historia actual y los activos restantes, posiblemente saqueados, de 12.000 nazis sean vistos de manera diferente, por el buen nombre de Credit Suisse", concluyeron Samuels y Gelblung.