Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, apuntado por el fallecido Alberto Nisman como una de los nexos entre el Gobierno argentino y el iraní en el marco del presunto plan de encubrimiento del atentado a la AMIA, afirmó que, tras los atentados ocurridos en 1992 y 1994, "se profundizó el ataque y el acoso hacia la comunidad islámica local", y aseguró que, incluso, familiares suyos debieron "exiliarse por la persecución que se viene haciendo".
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"Al que echaban la culpa, que es el Shaik Mossen Rabbani es actualmente un líder espiritual para nosotros, siempre hablando en términos religiosos. Todas las sospechas caían sobre la comunidad. Nuestros autos vigilados, nuestras bolsas de basura eran vigiladas", aseveró Khalil en una entrevista publicada hoy por el diario Muy.
Khalil, cuyo teléfono fue intervenido en el marco de la causa AMIA, dijo que a raíz de la difusión de escuchas, familiares suyos habían tenido que irse del país. Por otro lado, negó que le hayan robado de un campo suyo 300 armas de guerra, y sostuvo que se trataba de tres armas: un rifle y dos revólveres, a los que nombró como "fared", según el lenguaje coloquial de su comunidad.
Luego, Khalil dialogó con Canal 13, en donde dio su versión de la escucha en la que asegura que "Irán mató acá" lo cual, por contexto, da a entender que se refiere al atentado a la AMIA. Según la versión del integrante de la comunidad islámica, en ese diálogo hacía referencia a negocios ganaderos que el país islámico supuestamente tenía en la Argentina. y la frase "mató acá" se referían a animales faenados. Y confesó que cuando se enteró de la muerte del fiscal se le "vino el mundo abajo" y que pensaba asistir al Congreso ese lunes, cuando el fiscal pensaba dar precisiones ante los diputados por su denuncia de presunto encubrimiento.