La Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York rechazó la posibilidad de dar de baja la orden con la que el juez Thomas Griesa puso en desacato a la Argentina. Las juezas de segunda instancia que intervinieron en la decisión, Susan Carney y Rosemary Pooler, consideraron que el pedido del país fue precipitado ya que la orden original todavía no tuvo los efectos prácticos que tendría una decisión final sobre la cuestión.
Solo con un párrafo, el tribunal de apelaciones planteó que los holdouts pidieron que se descarten las apelaciones por "falta de jurisdicción" y dispuso que los pedidos del país fueran descartados. "Llegamos a la conclusión de que una orden final no fue emitida por el tribunal distrital", indicaron. El juez Raymond Lohier formaba parte del panel y se suponía que firmara el fallo distribuido hoy, pero se recusó a si mismo y dio lugar a que el rechazo se basara el en análisis de sólo dos jueces.
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Esta ramificación del enfrentamiento entre los holdouts y el país comenzó en septiembre del año pasado cuando Griesa declaró al país en rebeldía por considerar que tenía la intención de tomar medidas para evadir sus fallos. Ahora el juez distrital deberá determinar si traduce su primera orden en alguna sanción en particular.