Estabilidad con pies de barro: qué quedó tras la devaluación

20 de mayo, 2018 | 06.00

Pasado el supermartes, el presidente Mauricio Macri dio una conferencia de prensa en Olivos. Con la necesidad de justificar las medidas económicas impulsadas aseguró que el FMI no se mete con nuestra legislación ni con el tipo de cambio. “Nadie nos va a condicionar”, agregó. Además, como si esto fuera un viaje y habría un punto de llegada cada vez más lejos (por cierto), señaló que se superó la turbulencia cambiaria.

Pero, ¿Qué pasó durante las últimas semanas? Hubo un aumento notable del dólar que cerró el viernes por encima de los 25 pesos; una suba de tasas de interés del 40 por ciento; venta de 10 mil millones de reservas del Banco Central y lo que poco se escucha, una devaluación del orden del 25 por ciento. En ese marco, es que el primer mandatario explicó la situación y aseguró que:

  • El Fondo Monetario no habló de leyes laborales y no nos va a condicionar
  • Se superó la turbulencia cambiaria

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Afirmar que el FMI no se involucrará en la agenda económica es de gran ingenuidad o tiene el objetivo de borrar de nuestra memoria y de nuestra historia el momento en que esa entidad internacional tuvo tanta centralidad en nuestro país. Si consideramos que quién llega a ser presidente de ingenuo tiene poco, lo que queda es que en ese discurso el objetivo estaba en querer producir otro relato que habilite a impulsar medidas económicas que lejos de implicar un esfuerzo para toda la población, no hacen más que degradar el nivel de vida de los y las trabajadoras.

“No existe un acuerdo stand-by sin condicionalidades”

En este marco, durante una charla- debate que se llevó a cabo después de la conferencia de Macri, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, el sociólogo y especialista en la relación entre el FMI y los países tomadores de deuda, Pablo Nemiña, aseguró que “no existe un acuerdo stand-by sin condicionalidades” y que “es indudable que algún tipo de ley vendrá”.

“El acuerdo de ahora no solo implica la vuelta de Argentina al Fondo sino la vuelta del Fondo a América del Sur después de la crisis financiera de 2008”, señaló. Además consideró que no solo Cambiemos necesita volver al FMI, sino que también el FMI necesita volver al país para realizar préstamos para su propia supervivencia y para condicionar directamente la política económica de la Argentina. “Argentina es importante económica y políticamente para el FMI y el FMI es importante para Argentina. Va a primar la cooperación”, finalizó.

Teniendo en cuenta nuestra historia y la historia del FMI ¿Podemos seguir considerando que no impondrá condicionalidades? ¿Quién presta plata sin condiciones? La afirmación del presidente resulta por lo menos extraña para referirse a la entidad que tiene como razón de ser involucrarse en las políticas económicas que impulsan los países acreedores de deuda.

Por otro lado, Macri también aseguró que está superada la turbulencia cambiaria. Sin embargo, la ex presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, quien también asistió a la charla en la Facultad de Sociales, explicó que el Gobierno tomó tres decisiones que hicieron posible este escenario:

  • Eliminó los controles a los capitales especulativos
  • Eliminó la regulación cambiaria para la dolarización de activos
  • Abrió la cuenta comercial

En este sentido, aseguró que no ganamos ninguna pulseada al mercado y que esta estabilidad tiene pies de barro. Lo que sí pasó es se perdieron 10 mil millones de reserva y tenemos una tasa de interés del 40% que hace más atractivo ganar dinero a través de la especulación, que a través de la inversión productiva. Por esto, Ricardo Aronskind, economista y profesor de la UBA, quien también estuvo en el debate, indicó que está fue una crisis innecesaria en donde se generó un clima típico de gobiernos neoliberales que buscan desorganizar a la sociedad.

Estabilidad con pies de barro y desorganización social parecen ser un combo perfecto para justificar el “esfuerzo” de quienes sólo perciben salarios cada vez más devaluados y la entrada del FMI a la economía argentina.