En medio del desastre, Techint presiona para reabrir algunas de sus fábricas en Italia

Gianfelice Rocca es presidente del grupo y fue apuntado por no querer cerrar la industria en la Bergamasca, una de las zonas más golpeadas por la pandemia. El rol de la Confederación General de la Industria italiana. Y el accionar del hermano Paolo en la Argentina.

19 de abril, 2020 | 00.05

La empresa Techint quedó en el ojo de la pandemia no solo en la Argentina por impulsar más de 1.500 despidos sino también en Italia, donde se la acusó de presionar para reabrir la actividad en la región de Lomabrdía, polo industrial donde el coronavirus causa los mayores estragos. Allí se registran más de 12 mil muertes, la mitad de las que se contabilizan en todo el país. La cara visible del grupo en Europa es Gianfelice Rocca, hermano de Paolo.

Un artículo periodístico del medio ctxt.es (Contexto y Acción) escrito por Alba Sidera desde Roma apuntó al rol de los empresarios, que presionaron para que no cierren las fábricas. “Bérgamo, la masacre que la patronal no quiso evitar”, se publicó el 10 de abril y dedicó un apartado especial a los Rocca.

“Pongamos nombre a las fábricas que no quisieron cerrar. Una de las empresas de la zona es Tenaris, líder mundial en la fabricación de tubos y servicios para la exploración y producción de petróleo y gas, con una facturación de 7.300 millones de dólares y sede legal en Luxemburgo. Emplea a 1.700 trabajadores en su fábrica de la Bergamasca y pertenece a la familia Rocca, con Gianfelice Rocca, el octavo hombre más rico de Italia, de propietario”, escribió Sidera. 

A eso se suma que dos clínicas privadas importantes de la zona pertenecen al grupo San Donato y  al grupo Humanitas. En este último, el presidente es el propio Rocca. Según Sidera, “la sanidad privada bergamasca no se activó por la emergencia Coronavirus hasta el 8 de marzo, cuando, por decreto, se tuvieron que posponer todos los servicios no urgentes. Solo entonces empezaron a hacer sitio para los pacientes con Covid-19”.

Dos días antes de que se publicase el trabajo de ctxt.es, el 8 de abril, el lobby empresario de esa región se condensó en un documento de la Confederación General de la Industria Italiana (confindustria) que suscribieron las regiones de Lombardia, Emilia Romagna, Piamonte y Veneto: “Debemos ser conscientes de que la emergencia de salud será seguida por una profunda crisis económica: por lo tanto, debemos ser capaces de enfrentarla para que no se convierta en depresión y, para hacerlo, primero necesitamos reabrir negocios de manera segura”, señalaron las patronales. “Si las cuatro regiones principales del Norte, que representan el 45% del PIB italiano, no se reinician a corto plazo, el país corre el riesgo de apagar definitivamente su motor y con cada día que pasa representa un riesgo adicional de no poder reiniciarlo nuevamente”, enfatizaron en lo que titularon “Agenda para la reapertura de empresas y la defensa del lugar de trabajo contra el Covid-19”.

Ese día, Italia registraba 135.586 infectados detectados y 17.127 muertos. En las últimas 24 horas se habían sumado 3.039 nuevos casos y 604 nuevos fallecidos. Las cifras fatales siguieron aumentando dramáticamente. En la actualidad, Italia supera los 170 mil infectados. Solo en la región de Lombardía, según informa bergamonews.it el 18 de abril, el número de casos positivos llegó este sábado a 65.381 y el de fallecidos a 12.050. 

Los vínculos de Gianfelice Rocca con la confindustria son públicos.

Entre mayo de 2004 y de 2012 fue vicepresidente de la entidad con delegación en Educación. Y entre 2013 y 2017 fue presidente de la Assolombarda, la asociación de empresas que operan en la Ciudad Metropolitana de Milán y en las provincias de Lodi, Monza y Brianza. Según el sitio de la organización, “por dimensiones y representatividad, Assolombarda es la asociación más importante de todo el sistema Confindustria”. 

La patronal industrial italiana jugó un rol penoso en medio del avance del coronavirus en Italia. Ya el 28 de febrero había iniciado una campaña para advertir que en Bergamo la actividad económica no iba a frenarse. Por ejemplo, en redes uno de los slogans fue “Yes we work” (Nosotros trabajamos”). O “La Lombardía no se enferma”.

 

Las fechas no son casuales. El 23 de febrero, 5 días antes de los spots, los positivos de coronavirus en la provincia de Bérgamo eran 2. “En una semana, llegaban ya a 220; casi todos en Val Seriana”, relató Sidera en su crónica. “En Codogno, población lombarda donde el 21 de febrero se detectó el primer caso oficial de coronavirus, bastaron 50 casos diagnosticados para cerrar la ciudad y declararla zona roja. ¿Por qué no se hizo lo mismo en Val Seriana? –se pregunta Sidera-. Porque en este valle del río Serio se concentra uno de los polos industriales más importantes de Italia, y la patronal industrial presionó a todas las instituciones para evitar cerrar sus fábricas y perder dinero”, explicó.

 

 

El comisionado especial del gobierno italiano contra la pandemia, Domenico Arcuri, le respondió este sábado a quienes presionan por una apertura económica urgente: “Debemos seguir actuando con la cautela y la prudencia de estos meses y entender que es totalmente equivocado comunicar un conflicto entre salud y recuperación económica. Sin salud, la recuperación duraría un parpadeo”, aseguró.

Los lazos con la Argentina

“En Italia, y en particular en Dalmine, en la provincia de Bergamo, lugar querido por muchos de los que contribuyeron con la fundación de nuestra empresa en Campana, sufrimos con antelación el impacto pleno de la pandemia. En esa provincia tuvimos lamentablemente una importante cantidad de contagiados y fallecidos, entre los cuales hay muchos seres queridos y cercanos a nosotros. Aprendimos de esta experiencia dolorosa y tenemos el compromiso de compartir la lección aprendida para poder contener el impacto del contagio en nuestras comunidades”, escribió Paolo Rocca, CEO de Techint, en una carta a los intendentes de Zárate y Campana.  

Si hay algo que no se les puede cuestionar a los hermanos Rocca es su coherencia. Es que tanto en Italia como en la Argentina presionan para que se levante la cuarentena y sus industrias vuelvan a funcionar como antes.

Así fue que el grupo que lideran los Rocca despidió 1.500 trabajadores en la Argentina, en plena pandemia, decisión que motivó el enojo del presidente de la Nación, Alberto Fernández. Ahora, el Grupo Techint avanza en la negociación con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para suspender a 5.000 trabajadores de las plantas de Ternium-Siderar y poder recortarles el sueldo.

Rocca, según el ranking que elabora la revista Forbes, era a junio del año pasado el hombre más rico de la Argentina. De acuerdo a esa publicación especializada, Paolo y su familia poseían una fortuna de u$s 8.000 millones.