El gobierno porteño realizó durante 2014 el 69% de sus contrataciones a través de compras directas o licitaciones privadas, mientras que las licitaciones públicas se redujeron un 40 por ciento, a pesar de ser el procedimiento administrativo más transparente.
De este modo, entre 2013 y 2014, el Ejecutivo porteño aumentó un 23 por ciento las compras directas como forma de contratación, uno de lo mecanismos cuestionados en la denuncia de administración fraudulenta presentada días atrás y que involucra a la empresa La Usina Producciones, fundada por el periodista Fernando Niembro, y al propio jefe de gobierno Mauricio Macri.
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La ley de Compras y Contrataciones de la ciudad (Ley N°2095) establece que "el organismo licitante debe publicar la adjudicación en la página de internet del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el Boletín Oficial". La comunera porteña Julieta Costa Díaz analizó la información del portal oficial y comparó la evolución de las diferentes formas de contratación durante los últimos dos ejercicios anuales.
"La regla de la administración pública es que se realicen licitaciones públicas, con la convocatoria abierta y la publicación en el Boletín Oficial, pero en la ciudad de Buenos Aires pasa lo contrario" aseguró Costa Díaz.
Durante el mismo período, las licitaciones públicas, que en 2013 representaban la mitad de las operaciones, se redujeron drásticamente 20 puntos, quedando en el 31 por ciento de las contrataciones.
A diferencia de las ocasiones en las que el Estado llama a una licitación pública, que se convocan a través del Boletín Oficial y son abiertas a todos los interesados en cotizar, en las compras directas el área contratante llama a tres empresas seleccionadas discrecionalmente sin tener que justificarlo, mientras que su publicidad es nula excepto para las empresas convocadas y el funcionario respectivo.