Aníbal Ibarra tiene dos hitos en su carrera como jefe de Gobierno. Por un lado, fue el único que pudo derrotar a Mauricio Macri en una elección en la Ciudad, desde que el ex presidente de Boca se lanzó a la política partidaria. Por otro, la tragedia de Cromañón, que le valió un juicio político y destitución en la Legislatura, aunque sin consecuencias en la justicia ordinaria. Hoy, el ex fiscal insiste con volver a Bolívar 1 y se presentará en las PASO del Frente para la Victoria.
La tarea, en principio, no parece sencilla. En caso de ganar la interna, el Pro aun mantiene una intención de voto considerable en el distrito, ya sea con Rodríguez Larreta o con Gabriela Michetti. Ibarra no se achica, defiende su gestión y pide debatir lo ocurrido en el recital de Callejeros aquella noche de fin de año 2004.
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¿Qué lo lleva a presentarse nuevamente para ser jefe de Gobierno, tras haber estado en dos oportunidades?
Me motiva el objetivo de una ciudad distinta, mucho mejor, Donde haya obras públicas que transformen la ciudad. El Metrobús no está mal como carril exclusivo para colectivos, pero no me conformo con eso. Quiero que haya subtes y duplicar la red de subtes en la ciudad. No quiero una ciudad donde, después de una gestión, terminemos endeudados en límites inadmisibles y esa deuda no se haya traducido en obras públicas transformadoras. Quiero una ciudad segura,, por un lado, con una Policía Metropolitana en toda la ciudad que no compita con la Policía Federal, por otro lado, quiero decir planes de vivienda, planes de empleo para jóvenes, trabajo en sectores vulnerables, con un equilibrio en la Ciudad donde no haya una división entre el norte y el sur. Miro a la integración de una ciudad y no de tres o cuatro barrios.
Durante mi gestión le prestamos muchísima atención a la educación. Puedo decir que construimos cuatro veces más escuelas, con cuatro veces menos presupuesto. Solo en 2005 construimos más viviendas que ellos (por el PRO) en toda la gestión.
Entonces, ¿cómo explica usted que el Pro haya ganado en dos oportunidades y tenga aun una intención de voto interesante?
El voto no es lineal, una buena gestión no quiere decir muchos votos ni una mala gestión, malos votos. El sufragio en la Ciudad es complejo, es un distrito nacional porque es la Capital. Discutimos mucho la política nacional, está el gobierno federal y los medios nacionales. Se vota mucho por el posicionamiento nacional y no se vota todo por la gestión. Macri, en un distrito donde al kirchnerismo siempre le fue complicado, está ubicado en un lugar de conflicto con el Gobierno y cada vez que se peleaba, crecía. Era la mejor herramienta para castigar al Gobierno nacional, más allá de que a la gente no le gustara la limpieza o que le aumentaran los impuestos. Es bastante más complejo que eso.
Goberné dos veces la Ciudad, le gané a dos exponentes de la derecha como Cavallo y Macri, en momentos que estaban bien arriba. Estoy convencido que puedo ganarles de vuelta. Cuando pienso y debato sobre la Ciudad que quiero tengo una mirada hacia atrás. Una de mis mejores herramientas de mi campaña es mi gestión. No podría decir que estoy en contra del endeudamiento si yo endeudé (sic) a la Ciudad, sería incoherente. No emití un solo bono por un solo dólar. No podría hablar de subtes si yo desatendí (sic) el subte. Cuando me destituyeron, estábamos trabajando en tres líneas de subte y habíamos lanzado la licitación por otras tres líneas más. No podría decir que estoy en contra de los aumentos del ABL si yo lo hubiera aumentado, y pasé la crisis 2001 y 2002. Salimos de la crisis y gobernamos con superávit, este gobierno gobernó con déficit. El fondo antíciclico... generamos ahorro para pagar deuda porque en 2007 había que pagare mucha deuda, que no habíamos generado.
Cuando le tocó ganar, ¿el electorado porteño era muy diferente al que luego votó a Macri?
Siempre el voto es complejo y no lineal y tiene componentes nacionales. Cuando fui al 2003 era después de una gestión y del 2001, del "que se vayan todos". Gané con el 54% en segunda vuelta. También tiene que ver con un componente nacional y local donde la gente sintetizó el voto. Habíamos hecho una alianza muy grande, llamada Fuerza Porteña, donde estaba Carrió, Kirchner, el socialismo, algo que hoy es una irrealidad.
¿Qué imagen cree que ha dejado en el electorado porteño?
Hay de todo, gente que puede plantear Cromañón. Cuando se dio la destitución (en 2006) había un 60% que estaban en contra, según cinco encuestas. Hoy en día voy a la escuela y me reconocen por nuestras políticas educativas. Nosotros no quebramos en una Argentina en crisis. Ojalá hubiera tenido el presupuesto que hay hoy.
¿Cómo piensa convencer a ese votante que apoyó al Pro en pasadas elecciones?
Que no sea Macri y sean desdobladas las elecciones permite tener una mirada más local. Vamos a decir: "aumentaron tanto los impuestos, ¿dónde lo ve? ¿Extendieron al doble la red de subtes, resolvieron las inundaciones?" Las mejores cosas que pueden mostrar son cosas que le dejamos prácticamente listas en mi gestión, como el (entubamiento del arroyo) Maldonado, la Usina del Arte o lo poco que hicieron del subte.
¿Hay algo que usted destaque de este proceso?
La Policía Metropolitana. Yo no podía crearla porque la tenía prohibida por ley Cafiero. Entonces compraba patrulleros, motos, chalecos antibalas, armé una Guardia Urbana de tránsito. No estoy de acuerdo que se ponga a competir con la Federal y con que se la haya usado en temas de represión, como en el (hospital) Borda.
¿Fue difícil o sencillo llegar al acuerdo con las demás fuerzas en el FPV?
Fue sencillo y complejo. Había un esquema de una única lista de legisladores y nosotros entendemos que las PASO son una herramienta para crecer. Vamos a ofrecer otra opción porque es la manera de interpelar a más gente. Nos juntamos con sectores progresistas que vienen del peronismo, la centroizquierda, con quienes tenemos muchísimas coincidencias. No tenemos que discutir posicionamientos.
¿Es muy diferente enfrentar al Pro sin tener a Macri en frente?
Lo que hace es permitir discutir más sobre la ciudad sin tanta pasión anti Macri o pro Macri. Lo mismo pasa en la Nación: Cristina Kirchner no va a ser candidata, esa pasión anti Cristina o pro Cristina se relativiza. Quienes continúen en la campaña (del PRO) expresan esas políticas, defienden esta gestión. Uno tiene que interpelar a sectores sociales que no nos han votado, que han votado al Pro. Se abre la perspectiva de discutir cuestiones de la ciudad de Buenos Aires y no estar inmersos en la discusión nacional.
¿Qué tiene para decir de Cromañón en la campaña, cuando seguramente las otras fuerzas sacarán este tema?
Nunca escondí el tema Cromañón, sería bueno debatir la manipulación política que hubo en la tragedia, no tengo problema. El único objetivo era quedarse con un Gobierno, era atacar e ir contra Aníbal Ibarra. Pero después no esperaron los resultados de la Justicia, donde a mí jamás me citaron. Sería bueno hablar de esto. Si vamos a seguir en una Argentina donde hay una tragedia y nos tiramos los muertos por la cabeza, conmigo no cuenten.
¿Cómo cree que está hoy la cuestión de los controles y la habilitación de locales?
En ese momento fue la búsqueda de ese relato para quedarse con el gobierno, no fue un tema de habilitación, ¿qué habilitación autoriza a tirar bengalas adentro? En ningún lugar de la Argentina se permite. ¿Hay alguna habilitación para tirar bengalas? No hay que tirar bengalas, ¿qué pasa si se tiran? Se prende fuego, sea un geriátrico o un restorán. Si el que tiene que estar ahí, como la Policía, recibe dinero y mira para el costado... el hecho de que hubiera más gente era una contravención que estaba bajo la Policía Federal, no nosotros. Sin embargo... ese era el relato, el objetivo era quedarse con un gobierno, aprovecharse de una tragedia. Estaría bueno debatirlo.