Elecciones en la Ciudad: Larreta y Lousteau definen un balotaje que sacudió la interna de la oposición

18 de julio, 2015 | 15.30
La ciudad de Buenos Aires elige este domingo a su jefe de Gobierno para el período 2015-2019. Horacio Rodríguez Larreta, del oficialista PRO, y el opositor moderado Martín Lousteau se presentan en este balotaje para dirimir un comicio marcado por las acusaciones cruzadas de campaña sucia y de cuestionamientos por cómo puede afectar esto a la campaña presidencial de Mauricio Macri.
Entre las 8 y las 18, las urnas electrónicas que fueron estrenadas en la Capital Federal hace dos semanas se pondrán en funcionamiento para recibir a los casi 2,5 millones de electores habilitados en las más de 7 mil mesas de las 15 comunas porteñas.

A una hora de la apertura de los comicios, todas las mesas electorales de las 15 comunas de la Ciudad "están funcionando" con normalidad, indicó el Tribunal Superior de Justicia. Los centros de votación "son los mismos que en la elección del 5 de julio", recordó el Tribunal.

El PRO busca consolidar su triunfo contundente obtenido en primera vuelta con un resultado que, además, le dé tranquilidad a Mauricio Macri, virtual ganador de la interna de Cambiemos a nivel nacional. Su actual jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, sabe que su candidatura tiene una doble misión: asegurarle al PRO su distrito de origen y apuntalar la candidatura de su jefe político, que tuvo que distraerse de la campaña nacional para volver a acompañarlo en la Ciudad.

Por este motivo es que el PRO deseó no tener que presentarse en este comicio. Distintas figuras políticas del macrismo y aliados cuestionaron a Lousteau por querer presentarse al balotaje, pese a que la diferencia con Larreta en las elecciones generales fue de 20 puntos y su triunfo, a la luz de las estadísticas, asoma como un batacazo. Los reclamos para que "recalcule" o que "trabaje en equipo" apuntaron a una sola dirección: que no complique la campaña que el gran frente opositor de centro derecha está realizando con la ilusión de destronar al kirchnerismo tras 12 años en la Casa Rosada.

Lousteau, un economista heterodoxo que fue ministro al principio del Gobierno de Cristina Kirchner, desoyó los reclamos y siguió adelante. Sobre el cierre de su campaña trató de darle un guiño a los votantes del Frente para la Victoria, de quien ponderó que comparte su "agenda" pero se distanció del FPV por una cuestión de "modos". Lousteau se definió a sí mismo como un "socialdemócrata" en contraposición al proyecto "conservador" que encarna el partido amarillo. Mariano Recalde, el candidato del kirchnerismo en la Ciudad, ya dijo que no apoyaba a ninguno de los candidatos y hasta definió esta segunda vuelta como "una interna de Cambiemos".

La campaña exprés de tan solo 10 días desde la primera vuelta hasta la veda del viernes se vio afectada asimismo por el reclamo en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad para que definiera el lugar que cada agrupación política y el voto en blanco iban a tener en la pantalla de la urna electrónica. Mientras el PRO deseaba dividir a la misma en tercios, otorgándole al voto en blanco el lugar del medio, ECO quería que éste útlimo tuviera un lugar menor, del mismo tamaño que en la primera vuelta. En fallo "salomónico", el TSJ decidió que figurara en la franja inferior de la pantalla, un espacio mayor al deseado por Lousteau pero menor al que quería el PRO. Esto es porque el voto en blanco, de forma indirecta, beneficia a quien va ganando ya que es un sufragio que su rival no le descuenta.

Como hace 14 días, se espera un recuento rápido, en donde se obtengan las tendencias definitivas a pocas horas de finalizar el comicio.

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