Luego de una campaña que cerró sin actos masivos y con intensa actividad en los medios y las redes sociales oficiales, los santafesinos llegan este domingo a votar las PASO provinciales para despejar, en la categoría gobernador, tres dudas puntuales que intrigan a todo el arco político y la ciudadanía. Los resultados de las primarias sentarán bases fundamentales para lo que será la campaña en vistas al 16 de junio.
En primer lugar, será importante ver si el peronismo puede imponerse como fuerza, con la suma de sus dos candidatos, Omar Perotti y María Eugenia Bielsa, y por supuesto saber quién gana esa disputa, y qué actitud tomará el perdedor. También será fundamental ver si Antonio Bonfatti, el aspirante socialista que aparece como favorito de forma individual, puede sacar una diferencia respecto del que gane la interna del PJ. En tercer lugar, resta saber cuán atrás queda el macrista José Corral, que de terminar muy rezagado puede ser víctima del "voto útil" antiperonista que podría ir en junio al Frente Progresista para evitar un triunfo justicialista.
Además, estos comicios junto a los del 12 de mayo en Córdoba podrían estirar la racha negativa de Cambiemos en dos distritos con mucho peso electoral, comenzando a sepultar el sueño de reelección de Mauricio Macri a nivel nacional.
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DUDAS
La campaña tuvo algunas polémicas. En la previa, hubo airadas quejas de la oposición sobre el softwareque se utilizará en las elecciones. Hasta las últimas jornadas, el PJ y la alianza PRO-UCR insistieron con que el Ejecutivo se reservó información sobre elementos clave para poder auditar el proceso, y en consecuencia no estaban las garantías de que se vaya a producir un recuento transparente.
En tanto, el Ejecutivo provincial llamó a los santafesinos a tener paciencia durante el escrutinio provisorio, y advirtió que la tendencia de los resultados oficiales recién estará a partir de la medianoche. Argumentaron que son muchas las categorías electorales (gobernador, diputados y senadores provinciales, intendente y concejales) y que la información de las localidades más pequeñas siempre llega antes a los centros de cómputos. En cambio, los datos de las dos ciudades con mayor peso electoral, Santa Fe y Rosario, tardan más y terminan definiendo los resultados.
LOS CANDIDATOS
Conscientes de que las atribuladas jornadas económicas de los últimos días mantienen a los ciudadanos angustiados por el devenir de su poder adquisitivo, los candidatos se centraron más en las entrevistas periodísticas y evitaron las concentraciones públicas. En Santa Fe se vota con boleta única, marcando en la papeleta una cruz sobre un recuadro ubicado al costado de la foto del postulante, por lo que el conocimiento del rostro es fundamental para la actividad proselitista.
Bonfatti (hace dupla con la radical Victoria Tejeda) aparece como favorito individualmente, pero no tiene interna. El socialista, que hizo una campaña con profusa publicidad electoral y se pegó al gobernador Miguel Lifschitz en un acuerdo interno que busca la supervivencia del Frente Progresista en el gobierno tras 12 años de gestión, tuvo que soportar durante la última semana un fuerte embate de la diputada nacional Elisa Carrió, quien en una visita a Rosario intentó asociarlo a la banda narco Los Monos. La respuesta fue furibunda: le recordaron a la dirigente de la Coalición Cívica que el intendente de Paraná Sergio Varisco, procesado por narcotráfico, es de Cambiemos.
El PJ, en tanto, busca sumar entre sus dos candidatos más que el oficialismo y hacer una elección fuerte que deje al ganador de la interna bien posicionado para la final contra Bonfatti. Perotti cerró acuerdos con la mayoría de la estructura partidaria, incluyendo a gran parte de los sectores del PJ (su candidata a vice es Alejandra Rodenas, ex jueza y actual diputada nacional), encontró el apoyo de Unidad Ciudadana, que teóricamente atraería el voto K que le hace falta para ganar en una provincia donde Cristina Kirchner mide cada vez mejor, y se dedicó a pelotear contra el socialismo, sin siquiera mencionar a su rival.
Bielsa (la acompaña el senador provincial Danilo Capitani), que tiene un armado más pequeño y menos ambicioso desde lo partidario, hizo un giro discursivo en el último tramo y aumentó el tono del debate buscando disputar de forma más intensa, actitud que le valió recuperar terreno y emparejar un poco el partido.
Cambiemos aparece fuera de esa competencia reñida, y en vistas a no quedar tan rezagado de cara a junio, sabiendo la importancia de Santa Fe como tercer distrito electoral más importante del país, tiró toda la munición gruesa: además de Lilita, el dirigente de la UCR Ernesto Sanz y la ministra Patricia Bullrich, viajó el propio Macri a apoyar su candidato. La movida puede ser perjudicial para el presidente, en vistas a lo que se vislumbra como una pobre performance electoral del radical cambiemita. Corral (acompañado por la PRO Ana Laura Martínez) hizo campaña hablando exlusivamente de seguridad, prometiendo el desembarco de fuerzas federales, y evitando a toda costa hablar de la situación económica del país, que le pesa como un ancla y le hizo pasar un mal momento en Rosario, cuando quiso hablar de forma espontánea y no guionada con una vecina que lo recibió con insultos y críticas.
También fue protagonista de una polémica por repartir notas pidiendo que lo voten entre los padres de los jardines municipales de su ciudad, aunque está prohibido hacer propaganda electoral en las instituciones educativas.
Así las cosas, se espera una jornada con mucha tensión desde que entrada la noche se conozcan las primeras cifras. El mayor atractivo, sin dudas, será la interna peronista. Los ciudadanos se pronunciarán con su voto y luego habrá que barajar rápidamente y dar de vuelta para comenzar a mirar hacia junio con un panorama un poco más claro.