Un artículo realizado por el periodista Guido Carella Lynch y publicado el viernes 9 de agosto en Clarín describió el mecanismo utilizado por los diversos espacios políticos en redes sociales, es decir el trabajo de sus “influencers políticos”.
En el caso del macrismo, reveló la importancia con la cual el gobierno “trata y contiene” a sus estrellas de redes sociales.
En la nota de Clarín especifican: “El 12 de junio pasado una docena de twitteros visitara las instalaciones del búnker del PRO, a solo tres cuadras de la Casa Rosada. Entre otros, estuvieron el usuario Diego Álzaga Unzué (@atlanticsurff, 122 mil seguidores) y Apu (@apuntes_, 29 mil seguidores), quienes desde hace años apuntalan al gobierno de Mauricio Macri (@mauriciomacri, 4,9 millones de seguidores) cada uno con su estilo, en 140 o 280 caracteres”.
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Ocurre que esa fue la fecha elegida para contactarlos: “El 12 de junio ambos respondieron a la invitación de Federico Morales, a cargo de la red de voluntarios “Defensores del Cambio”, que se ocupa de rastrear y convencer a indecisos, principalmente a través de sus teléfonos celulares. El encargado de contactarlos fue Martín Pugliese, que también trabaja en el G25, la red oficialista que busca atraer a trabajadores del sector privado al público”.
Y agregan: “Se les mostró el edificio y Morales les contó cómo se estaba organizando el partido para afrontar la campaña. Es una manera de agradecerles y contenerlos”, minimizaron en el PRO. En la práctica, de esa reunión se formaron nuevos grupos de WhatsApp para compartir contenidos oficialistas. Esta red de mensajería vía celular es un nuevo protagonista de campaña: desde allí el oficialismo busca un contacto uno a uno con los votantes, quienes replican los mensajes originales y fabrican nuevos”.