A sólo una semana de los comicios, en ambos centros de campaña sacan cuentas para cumplir sus objetivos: en el FpV, cerrar un triunfo en primera vuelta; en el PRO, forzar un balotaje y apostar a que la "ola de cambio" los deposite en la Casa Rosada.
Para el sciolismo, a diferencia de lo que podía intuirse en un principio, la clave no pasa por "pescar fuera de la pecera" sino todo lo contrario: ir a buscar el voto peronista que no acompañó a Scioli el 9 de agosto y sí estuvo con Cristina Kirchner en el famoso 54% de las elecciones 2011.
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Así le confió a El Destape una fuente de la campaña naranja, y en ese sentido apuntó el acto que Scioli encabezó en el Teatro Ópera. "Entre el 40 (que le estiman algunas encuestas) y el 54 (de Cristina) hay un 14 que votó al peronismo" y no acompañó al gobernador bonaerense, precisó el funcionario, quien no pretendió dividir al electorado según a quién acompañaron en las PASO. "Los dirigentes no tienen cautivos los votos", recalcó.
La estrategia coincide con el análisis de dos especialistas que creen que Scioli debe apuntar los cañones a la provincia de Buenos Aires, donde sacó 39,5% en las PASO, menos de lo que el FpV hubiera deseado. Para Federico Aurelio, de la consultora Aresco, el candidato oficialista "tiene que buscar dentro de ese 10% que están valorando positivamente la gestión de gobierno y no está votando al FpV". Aurelio precisó que esos votos hoy están, en gran parte, en el Frente Renovador de Sergio Massa.
Para Gustavo Córdoba, la Provincia que acapara el 37% del electorado "es la clave". "Cada punto que pueda subir Scioli le garantiza llegar a ganar en primera vuelta, no todo el votante de Buenos Aires que está votando a Massa es un votante 100% anti-Gobierno", agregó.
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En cambio, para el director de Isonomía, Juan Germano, el camino es otro: "Los votos que necesita son muy distintos a los que tiene. El 70% de sus votantes actuales buscan continuidad y 30% cambio. Los votos que tiene que ir a buscar, en contraposición, buscan 70% de cambio y 30% de continuidad".
"Scioli ha elegido tocar una música con la que baila el 40% de los argentinos, pero pocos más", concluye.
En este contexto, cómo termine jugando Massa puede ser la clave. Como ya dijimos, en el PRO hacen la siguiente evaluación: si Massa profundiza su campaña en Córdoba para "alambrar" el voto de De la Sota, perjudicaría a Macri; en cambio, la situación es otra si sale a pelear el voto en el Norte, donde Scioli es más fuerte.
Una alta fuente del PRO confió a este medio que el Norte es hoy su punto débil. "En toda la zona centro, ganamos por un millón de votos; en el conurbano perdemos por un millón. En el Norte estamos un millón y medio abajo", calculó a grosso modo. El miembro de la mesa chica amarilla está confiado que el voto de De la Sota es afín al PRO. "De la Sota obtuvo 600 mil votos en Córdoba y allí lo votan por cordobés que se opuso desde la provincia al gobierno de Cristina", calculó.
El análisis es compartido por Aurelio y Córdoba. El director de Aresco sostuvo que "De la Sota tiene más un perfil anti-k y hoy en día se distribuye un poco más para Massa, después Macri y luego Scioli". Córdoba, que conduce a la consultora homónima, analizó que el apoyo al gobernador cordobés "hoy prefiere en un 40% a Macri, un tercio a Massa y el resto se inclina entre Scioli y alguna otra fueza".
El riesgo para el PRO y beneficio para el FpV es que Massa, lejos de diluirse, termine peleando el segundo lugar de Macri. Poco antes de que explotara el caso Niembro, la fuente confió: "Cada vez que Mauricio se corre al centro, Massa nos come votos por derecha. El riesgo es que terminemos los dos por debajo de los 30". De acuerdo a algunas encuestas que aparecieron en la semana, ese riesgo es una posibilidad cierta, en un escenario que sigue abierto.