El Gobierno reperfiló el bono dual en mano de fondos y empresas luego de no conseguir una aceptación masiva al canje por títulos más sustentables. El instrumento, emitido en 2018, fue interpretado por el mercado como uno dolarizado, por lo que el ministro de Economía, Martín Guzmán, decidió que lo incluirá dentro de la renegociación de deuda en moneda extranjera.
El infame bono dual fue colocado por Luis Caputo en medio de la crisis de deuda que se coronó con el mayor crédito en la historia del FMI. El 97% de su suscripción se realizó con dólares, lo que demuestra que fue otro de los caminos que tomó Mauricio Macri para muñirse de divisas para alimentar la fuga de capitales.
El dual se maneja atado al precio del dólar. Los grandes fondos interpretaron que las cuatro opciones que el Ejecutivo propuso para el canje tenían recortes gruesos, dado que compararon el precio propuesto con el del contado con liquidación.
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Hace dos semanas, el equipo de Guzmán había conseguido que el 10% de los tenedores cambien su bono, que vence este jueves, por alguno de los nuevos. Este porcentaje pequeño incluyó al 40% de los locales. Después de esto, había abierto una segunda licitación el lunes, pero la dejó desierta tras no conseguir las adhesiones que los dejaran conformes.
“Siempre fuimos muy conscientes de la gran dificultad que presentaba este bono, con un vencimiento muy elevado. Por eso ofrecimos el canje”, explicaron desde la Secretaría de Finanzas, que maneja Diego Bastourre. “Nosotros lo quisimos manejar como un bono en pesos, pero dado que los tenedores han revelado que tratan al AF20 como uno en dólares, lo incluiremos dentro de la agenda de los emitidos en moneda extranjera y, por lo tanto, en la reestructuración”, confiaron las fuentes a El Destape.
El AF20 es el primer gran vencimiento, dentro del grueso de las dificultades financieras, que se concentran en el primer semestre del año. Ante esto, desde la cartera económica determinaron que, de los U$S 1.473 millones nominales que quedaron afuera de los canjes, pagarán los intereses totales, que equivalen a $ 6.400 millones. Sólo cobrará el capital los individuos con tenencias minoritarias (menores a U$S 20.000 nominales), que implicará una erogación de poco más de U$S 9 millones. Al resto le reprogramarán el pago, o “reperfilarán”, en palabras del ex ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.
El 80% del dual lo poseen extranjeros, en su mayoría fondos de inversión. Los bonistas están dispersos, salvo el 24% que tiene Tempelton entre sus manos. El Gobierno llegó a identificar al 45% de los acreedores foráneos, pero no fue un número lo suficientemente elevado como para entablar una comunicación que redunde en los resultados favorables que buscaban. Los interlocutores que sí debatieron pretendían títulos con plazos más cortos, que se oponen a la curva de deuda sostenible que esbozaron los economistas de Guzmán.
Las letras “reperfiladas” de Lacunza
El mismo día en que vence el dual de Caputo terminan las letras que Lacunza se negó a pagar y “reperfiló” en 2019. Los $ 8.300 millones de las Letras del Tesoro Capitalizables (Lecap) que Cambiemos postergó hasta el 13 de febrero serán abonadas en su totalidad por la gestión de Alberto Fernández. Esto, sumado a los pagos de capital a los individuos minoristas y los intereses totales del AF20, el Ejecutivo gatillará $ 15.000 millones.
Para absorber una porción y evitar así un shock monetario inflacionario, desde el ministerio suscribirán dos LEBAD por hasta $ 10.000 millones. Colocarán las que tienen vencimiento el 28 de agosto y el 3 de abril, de forma de distribuir el peso de los pagos, un cambio de 180 grados respecto a la improvisación de la gestión anterior.