Augusto Fernández surgió profesionalmente en River, logró brillar con la camiseta de Vélez y hasta fue protagonista en diferentes partidos de la Selección Argentina. Sin embargo, el fútbol local no lo ha hecho disfrutar. Y a sus 33 años, está pasando por una delicada situación junto a su padre: tiene cáncer y le pidió que no regrese al país para evitar críticas y malestares en base a ellas.
En diálogo con La Nación, el mediocampista que terminó su contrato en el fútbol chino y busca reinsertarse en Europa aseguró: "Yo vine a la Argentina para estar cerca de mi papá, que está con algunos problemas de salud. Está luchando como lo hace mucha gente. Tiene un cáncer en la sangre, que es mieloma múltiple, entonces tiene que enfocarse en su recuperación".
"A él lo afecta mucho cuando escucha que critican o que dicen cosas sobre lo que hago bien o mal. Entonces, fue un pedido específico de mí papá que no vuelva al fútbol argentino. Lo pensaba, estaba bastante seguro de hacerlo, pero es algo que él me dijo y voy a cumplirlo. A mí no me preocupa lo que digan de mí, pero a mi viejo no le hace bien", sentenció Fernández, quien cerró por completo la chance de poder arribar a la Superliga en un futuro.