El consumo masivo cayó 1 por ciento en el 2017 con respecto al 2016, porque la recuperación registrada entre septiembre y noviembre no se pudo sostener en diciembre.
Así, no se logró cumplir con las expectativas de crecimiento proyectadas, según se desprende del análisis Consumer Insights que realiza trimestralmente Kantar Worldpanel.
"El comportamiento del consumo hace que iniciemos un año con un arrastre bajo para 2018, con expectativas no mayores a un uno por ciento de crecimiento para el primer semestre", analiza Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel.
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Dijo que "una de las principales causantes para que diciembre no continuara con la tendencia positiva de meses anteriores, fue el comportamiento dispar de los diferentes sectores".
Tanto bebidas y cuidado personal, que venían mostrando un comportamiento positivo, finalizaron el mes a la baja, dos y cinco por ciento respectivamente, haciendo que su año cerrara prácticamente en cero.
Adicionalmente, el sector de lácteos continuó presentando una contracción mayor a la canasta, con cinco por ciento en volumen para el último trimestre y un año completo con siete por ciento por debajo del 2016.
Los sectores que mantuvieron su buena performance durante el trimestre alcanzaron a terminar el año con saldo positivo: alimentos secos con casi 1% de crecimiento y, cuidado del hogar cerró casi 3% arriba del año anterior, en línea con un incremento de precios menor al total de la canasta.
La pirámide social registró un crecimiento homogéneo en el último trimestre.
Sin embargo, el único grupo que tuvo un 2017 positivo en volumen fue el Nivel Socioeconómico (NSE) Bajo Inferior, grupo al que corresponde el 17% de la población, cerrando el año con un crecimiento de tres por ciento con respecto el año anterior.
"Para tener un saldo positivo en la canasta de consumo masivo, es necesario contar con el desarrollo del NSE bajo superior, grupo al que pertenece el 33%dela población y cerró el año con dos por ciento de caída", puntualiza Filipponi.
La región de AMBA, a pesar de alcanzar en el último trimestre un crecimiento de 4%, fue el motor de la contracción en términos anuales, al finalizar con un descenso de 2%.
Mientras que el interior del país, a pesar de marcar una caída de 1% en diciembre, cerró el año con igual volumen que el anterior.
En cuanto a los canales, en el cuarto trimestre, el comportamiento se mantuvo con la una tendencia similar a lo registrado durante el año, con el mayorista y almacenes con saldo positivo mientras que los hipermercados, supermercados y autoservicios cerraron el año con una caída en el volumen.
Las marcas propias de las cadenas fueron las de mayor desarrollo en el último trimestre.
"Este efecto se da porque los consumidores buscan ahorro en sus compras y dentro de las cadenas, las marcas propias se presentan como una opción para cuidar el bolsillo", explicó Filipponi.