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El IPC de la Ciudad de Buenos Aires, uno de las alternativas que propuso el Gobierno hasta tener "normalizado" el INDEC, indicó que la inflación de enero fue del 4,1%, y en febrero llegó al 4 por ciento. Según el economista Fausto Spotorno, que dialogó con El Cronista Comercial, el piso de marzo es del 3,5%, cuando ya pasaron los peores efectos de la devaluación pero aun se sienten los del tarifazo a la luz. Los expertos auguran que con estos últimos anuncios, abril rondaría el 6% de incremento mensual de precios.
Con el aumento del gas y el transporte, la inflación acumulada en la Ciudad puede estar al borde del 20% que propuso Prat-Gay
De esta forma, y siendo optimistas con el IPC de marzo, la inflación acumulada de los primeros cuatro meses del año se ubicaría en 18,7%. Es decir que el alza de precios de los siguientes ocho meses no debería ser superior al 6,3% acumulado para que las previsiones del Gobierno se cumplan.
Estas medidas pegan fuerte en el IPC ya sea de manera directa, por las mayores erogaciones de los hogares en sus facturas, e indirectamente, por el traslado a precios de los mayores costos en industrias y comercios.
Ese segundo semestre será importante porque vencen varias paritarias "cortas" que se firmaron, un método que permitió el ministerio de Trabajo para encauzar los porcentajes dentro de lo que proponía y siempre con la esperanza de que el paraíso de crecimiento y baja inflación llegue después de junio. Si esto no ocurriera, los números que se barajarán en la segunda mitad de año serán otros. SMATA y Comercio son algunos de los gremios que adhirieron a esta modalidad.
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