La Policía de Jujuy reprimió salvajemente a empleados despedidos que exigían trabajar y cobrar sueldos adeudados. Además, el gobernador Gerardo Morales ordenó la persecución de los sindicalistas que defienden a los trabajadores.
Los dueños del Ingenio La Esperanza vendieron la compañía a un grupo colombiano, pero con 600 operarios adentro, lo que significó el despido de 400. Ante la protesta de los trabajadores, que además reclamaban el pago de los sueldos de noviembre y otros incumplimientos de la empresa (como el aguinaldo y vacaciones), Morales ordenó una feroz represión, que incluyó balas de goma y gases este mediodía.
“Hacemos responsable al gobernador Gerardo Morales si le pasa algo a algún trabajador; fue tal la represión que no respetaron ni a los niños, avasallaron con todo, se llevaron puesto todo”, señaló a Informativo FARCO Sergio Juárez, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza.
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“Hubo una cacería de trabajadores por las calles de la localidad de San Pedro”, relataron presentes. Se estima que hay al menos una docena de heridos y 50 detenidos.
Sumado a la represión, el mandatario provincial libró pedidos de captura para toda la comisión directiva del gremio. Esto le permitiría intervenir el sindicato y eliminar cualquier medida de fuerza contra los 400 despidos y los pedidos de que la compañía cumpla la ley con los pagos salariales.
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