El Gobierno nacional salió a cuestionar nuevamente el proyecto opositor de reforma del impuesto a las Ganancias. Lo hace, paradójicamente, mientras el jefe del bloque PRO en la cámara de Diputados manifestó que el mismo no sería vetado si finalmente se aprueba en el Senado, una discusión que comenzó esta semana.
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En una conferencia de prensa junto a Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, el jefe de Gabinete Marcos Peña calificó de "poco seria" la discusión, que implicó una derrota del oficialismo en diputados y que tiene viento en contra en el Senado. Según el ministro coordinador, dicha iniciativa genera un "agujero fiscal de 60 mil millones de pesos".
Paradójicamente, los dichos de Peña llegaron horas después de que el jefe de bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot, asegurara que está "descartado" un veto presidencial. En declaraciones a radio La Red, aclaró que le Gobierno no vetará "porque pensamos que si hay un gran consenso entre los gobernadores, que es necesario que se lleve esto la mayoría de la recaudación de los impuestos, tampoco podemos hacer oídos sordos".
Peña advirtió sobre el "costo fiscal monumental" que tendría la eventual aprobación de la reforma opositora al Impuesto a las Ganancias, ante lo que manifestó que equivaldría a "toda la obra pública del año próximo". Y sentenció: "Es poco serio y mentiroso".
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"Está tan mal hecho el trabajo, es tan poco serio, que parece que lo hicieron sólo para que lo vetemos", sostuvo el funcionario nacional. En ese sentido, Peña apuntó contra los "130 mil millones de mínima que se está estimando de costo fiscal" en caso de que avance la iniciativa opositora y consideró que se trata de una cifra "monumental" que equivale a "toda la obra pública del año próximo".
"No soluciona ningún problema y genera nuevos, como mayores restricciones fiscales en todo sentido, para la Nación y para las provincias", afirmó el jefe de Gabinete.