El famoso beso entre Macri y Awada ¿fue real o ensayado?

28 de junio, 2016 | 08.42

El 15 de noviembre de 2015, una semana antes del decisivo balotaje nacional, tuvo lugar el debate presidencial entre los dos candidatos. Daniel Scioli y Mauricio Macri usaron sus mejores cartas para intentar convencer a los indecisos y lograr ganar la elección. En aquel entonces, El Destape consultó a analistas para averiguar "quién había ganado el debate"y varios creían que Mauricio Macri.

El final del debate marcó un punto de inflexión importantísimo. Las esposas de los candidatos subieron a saludarlos y la diferencia fue abismal. Juliana Awada le dio un beso muy efusivo a Mauricio Macri frente a la cara atónita de Scioli, que ni se percató que cerca de él ya estaba Karina Rabolini esperando un saludo. Los memes llegaron al instante pero... ¿esto fue real, o planeado?

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En un libro del periodista Franco Lindner, llamado "Juliana", una biografía de la primera dama, llegó la respuesta. "No nació como algo espontáneo. Fue planificado, meditado, fríamente calculado. Y fue Juliana quien lo propuso", le confirmaron al periodista.

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Al menos eso dijo quien estuvo detrás de esa escenificación, Jaime Durán Barba, el principal consultor del PRO y asesor de imagen que aclaró: "Fue idea de ella y salió muy bien".

Antes del debate, Durán Barba, su socio Santiago Nieto y el actual jefe de Gabinete, Marcos Peña, entrenaron a Mauricio Macri con un furioso media coaching en el cual le hacían las preguntas que no debían sorprenderlo, fingían las provocaciones que podía lanzarle Daniel Scioli, ensayaban la postura corporal y practicaba la gestualidad.

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Juliana Awada estaba presente en los ensayos de su marido y, por supuesto, su rol en la imagen presidencial no era menor ya que lo hacía ver como un presidente cálido y romántico. Tras verla en todos los ensayos y luego de discutirlo con Marcos Peña y su equipo, Durán Barba se acercó a la esposa de Macri y le preguntó qué le gustaría hacer al final del debate. Ella dijo que le gustaría darle un beso a su marido.

Finalmente, eso pasó. Tras noches de práctica que incluían besos entre el candidato y la futura primera dama, llegó el debate presidencial y, al final del mismo, el golpe de efecto del beso planeado fue crucial.


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