Desde que Mauricio Macri llegó al poder, la "pesada herencia" está en boca de todos: el Presidente argumenta sus medidas por lo que hizo o dejó de hacer el gobierno anterior e intenta diferenciarse a toda costa del kirchnerismo. Hoy llegó el turno de Aerolíneas Argentinas.
La compañía pasó de las manos de Mariano Recalde a las de la empresaria Isela Costantini y, según consigna La Política Online, Mauricio Macri obligó a la nueva presidenta de la empresa a hacer un drástico plan de ajuste para reducir el déficit de Aerolíneas Argentinas a 350 millones de dólares.
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Costantini pidió estirar esa cifra a US$ 1100 millones, pero la negativa fue tajante y, por ello, diseño un furioso plan de ajuste que le presentará al Presidente la semana que viene y que busca llegar a déficit cero en cuatro años.
Parte del plan es, por ejemplo, abandonar algunas rutas internacionales que no son rentables y comenzar una apertura de retiros voluntarios para los empleados de la empresa.
Si bien la presidenta de Aerolíneas puntualizó que no recortará personal por ahora ni en seguridad de vuelo les preguntó a sus empleados cómo verían un plan de "jubilaciones anticipadas" o retiros voluntarios optativos.
En una carta de Costantini a los empleados, pidió a cada área de la compañía que identifique "oportunidades de reducir en un 30% los costos no operativos", es decir que no alcanza a los Recursos Humanos, el mantenimiento o las operaciones. El objetivo es pedirle menos dinero al Estado nacional.
Hasta el momento en la compañía no quieren detallar sus próximos pasos hasta que la estrategia no cuente con la autorización del Presidente pero, según informaron los gremios, la idea es que se deje de volar a Barcelona, Nueva York y Roma.
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