El funcionario aseguró que "por supuesto que hay que pagar. Lo que pasa es que en la sociedad argentina hay una cuestión cultural de no pagar por las cosas lo que cuestan" y continuó: "Así nos fue en los últimos 60 o 70 años".
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"Hay un porcentaje de gente que no puede pagar las tarifas. Entonces, en ese caso, el Estado tiene que garantizar no privar a esa gente de una cosa tan necesaria como luz y electricidad pero el 80% sí puede pagar, algunos con más sacrificio que otros. No hay otra forma, porque si no, nos vamos a quedar sin energía", sostuvo.
En declaraciones a radio El Mundo, reconoció que la cuestión energética "excede a lo sectorial. Es un tema macro, político y social y tal vez habría que haberlo encarado teniendo en cuenta esas particularidades" para definir el ajuste tarifario, sobre todo en el servicio de gas.
"Habría que haber hecho un monitoreo día a día para ver cómo variaban las temperaturas, el consumo, y así determinar las tarifas", añadió.
El funcionario señaló, además, que "durante doce años hemos sacado del sector energético recursos para vivir bien de forma artificial.
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