En un documento que criticó duramente al modelo macrista, el Banco Central (BCRA) adelantó que continuará con la implementación del cepo al dólar. Además, aseguró que la inflación de este año será menor a la del 2019.
A través de su Informe de Política Monetaria (IPOM), el Central afirmó: “Mientras perdure la escasez de divisas con relación a la necesidad de una economía en expansión, se mantendrán las regulaciones cambiarias implementadas a partir del 1º de septiembre del año pasado”. La limitación actual a la compra de divisas es de U$S 200 mensuales.
La autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce ratificó también el esquema de flotación administrada del tipo de cambio “con el objeto de acumular reservas internacionales para recuperar grados de libertad en el manejo de la política económica y garantizar la estabilidad financiera”. Asimismo, el BCRA “procurará contribuir a sostener los niveles de competitividad de la economía para facilitar la recuperación de la producción local.”
Respecto a la proyección de la inflación, el Central sólo se limitó a anticipar que durante 2020 será más baja que en 2019, en línea con lo anunciado en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). El desaguisado económico de Cambiemos también fue recordado por el informe elaborado por la entidad.
“La política de tasas de interés reales elevadas aplicada en los últimos años ha sido contraproducente para lograr una baja sostenible de la inflación, al tiempo que tuvo un impacto negativo en el acceso al crédito y la actividad económica. Un enfoque coordinado, que conjugue la prudencia monetaria y fiscal con los acuerdos de precios y salarios, permitirá atacar el problema de la inflación de forma integral, especialmente su componente inercial, el principal motor del aumento de precios en la actualidad, minimizando los costos reales de la desinflación”, recalcó el documento.
A modo de conclusión, el IPOM destacó las medidas tomadas por la gestión de Pesce. Entre ellas, subrayaron la reducción de la tasa de referencia, que desde entonces pasó del 63% al 48%, la flexibilización de los encajes para entidades financieras que otorguen préstamos a pymes y la sanción de los plazos fijos en UVA precancelables, que permiten no perder frente a la inflación.