El Bank of New York Mellon se dirigió a la Cámara de Apelaciones de Nueva York y rechazó la posibilidad de que algunos de los holdouts tomen parte de los U$S 539 millones que el gobierno nacional depositó en sus cuentas en junio del año pasado. De esta forma, tal como ya hicieron el país y los eurobonistas (dueños originales de los fondos), la entidad financiera pidió al tribunal estadounidense que rechace las llamadas "turnover motions", que permitirían tomar los fondos para hacer frente a los fallos favorables por la cláusula pari passu.
En primera instancia la intención de los holdouts ya fue descartada, pero estos llevaron esto a los magistrados de segunda instancia y reactivaron el engranaje judicial. Entre los argumentos presentados por los abogados del BoNY se destaca el que dicen que es su "derecho superior" en relación con los fondos retenidos.
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La entidad explica que "la República no tiene posesión del dinero y los derechos del banco están por encima de cualquier otro pretendido por los apelantes", es decir, los holdouts que dicen que la ley les da la posibilidad de reclamar una porción del dinero. Además, al contrario de lo dicho por los buitres, "el país perdió cualquier tipo de interés en los fondos cuando se los transfirió al banco".
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