El Gobierno, confiado con un triunfo en las elecciones de octubre, prepara la segunda parte del brutal ajuste, con tarifas que doblarán a la inflación.
Ese será el fuerte recorte del Presupuesto para borrar en 2018 unos 100.000 millones de pesos del rojo de las cuentas públicas.
"El ajuste se hará con otra reducción central de los subsidios a las tarifas energéticas y con un aumento en la recaudación por la mezcla de presión tributaria y más actividad económica", revela Marcelo Bonelli en el diario Clarín.
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Así, los aumentos de tarifas promedio serán del 30% anual, el doble de la inflación prevista por el Gobierno para 2018.
"Según esos documentos, el rojo se volverá a financiar con deuda y eso puede generar un problema futuro: un dólar atrasado que afecta la actividad productiva", anticipa el matutino.
Y cuenta que Mauricio Macri lo repite una y otra vez ante los empresarios que lo visitan: “Después de las elecciones tengo que tapar un agujero de 500.000 millones de pesos”.
Esta respuesta del Gobierno obedece a un reclamo de los inversores, que insisten en que el rojo de las cuentas públicas es una bomba de tiempo.
Esto generó una fuerte interna dentro de Cambiemos, ya que Macri no va a poner el pie en el acelerador para bajar el dispendio público a costa de la economía privada, por consejo de Jaime Duran Barba, quien se opone tenazmente a cualquier super ajuste. “Después de la elección no recomiendo ningún ajuste, porque los gobiernos que ajustan terminan mal”, afirma el ecuatoriano.
Por otra parte, el dólar tendrá una suba de apenas el 10%, pues la Casa Rosada proyecta un billete promedio de 19,30 pesos.