El 4G empezó con poca cobertura, pocos usuarios y estrategias de las empresas para facturar más

12 de enero, 2015 | 20.49
Por Nicolás Furfaro
Redacción El Destape

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Los primeros pasos del 4G en el país están marcados por las dificultades para sumarse a la nueva tecnología, las escasas zonas en las que hay cobertura y el desarrollo de nuevas estrategias para aumentar la ingresos de las empresas de telefonía celular. Mientras tanto, desde las uniones de consumidores se quejan de que la implementación del servicio es demasiado lenta y eso provoca que el servicio de llamadas y el 3G mantengan sus problemas.

Como había informadoEl Destape, recién dentro de cinco años habrá cobertura plena en todo el país, plazo que disminuye a los 18 meses si se habla de capitales provinciales y ciudades importantes. Por esta razón, en la Ciudad de Buenos Aires sólo existe la posibilidad de captar el servicio en algunos puntos de zonas críticas, como el microcentro, y en todo el resto de los puntos el acceso a internet se mantiene con severos problemas.

La calle contesta: ¿el 4G funciona?

Las empresas reconocen estas dificultades y esperan descomprimir al menos un poco la situación hacia mitad de año, cuando el 4G llegaría a la mayor parte de los barrios porteños con alta densidad de líneas. La primera parada de este camino sería recién dentro de 3 meses, ya que nadie espera que antes de abril se note algún cambio en el servicio.

Para los consumidors, todo igual

Héctor Polino
, titular de Consumidores Libres, indicó que como el ritmo de implementación es tan lento "el servicio va a seguir funcionando igual de mal que siempre, con llamadas que se cortan, dificultades en la navegación de internet, y hasta trabas para cambiar planes". Además, agregó que "nada va a cambiar mientras no se dicte una ley que declare que la telefonía celular es un servicio público, lo que permitiría establecer un marco regulatorio más estricto".

Mientras que el 2% de los aparatos presentes en el país tienen la posibilidad de captar una señal 4G, sólo una pequeña porción de esos celulares ya se subió a la nueva tecnología. Ocurre que los clientes de las empresas que ya lo lanzaron (Movistar y Personal) deben acercarse a una sucursal para cambiar el chip, trámite que no es atractivo para los usuarios cuando casi no hay cobertura disponible. Por su parte, los de Claro todavía esperan que la compañía decida oficializar su salida al mercado de la mayor velocidad.

"Todavía no se entró en un régimen regular de habilitación de los teléfonos por las limitaciones que existen. Recién en marzo o abril se empezarían a ver cambios y un incremento de las ofertas de teléfonos con 4G para que la gente haga cambios de aparatos", indicó a El Destape el consultor Enrique Carrier.

Otro problema que se vive con los aparatos es que muchos modelos ensamblados en el país que deberían tener 4G no tienen porque las empresas se ahorraron el costo al considerar que faltaba mucho para que esa característica fuera una variable de importancia en el país.

En tanto, aunque el abono es exactamente igual, las telefónicas se aseguraron mayores ingresos al estructurar sus cobros según la cantidad de datos y no con tarifa plana o accesos ilimitados. "No te pueden cobrar más cuando tenés una cobertura en muy pocos puntos de la ciudad. Pero al incentivar el mayor uso por la mayor fluidez se genera un mayor consumo de datos", explicó Carrier.

Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores, agregó que los trabajos para establecer el sistema incluso generaron nuevos problemas, ya que "una de las empresas necesitó hacer una migración de sistemas y provocó que algunos de sus clientes se quedaran sin línea hasta por 20 días".