Los dos principales sospechosos del atentado a la revista francesa Charlie Hebdo y uno de sus cómplices fueron muertos en dos asaltos coordinados de la policía, luego de atrincherarse por separado en una imprenta y un supermercado en París y sus cercanías, en otra dramática jornada que dejó cuatro rehenes muertos tras una de las semanas más violentas en Francia en décadas.
Los hermanos Cherif y Said Kouachi, de 32 y 34 años, habían evadido durante 48 horas la búsqueda policial desatada dentro de las fronteras del país galo, la más importante de su historia con 88.000 efectivos de todas las fuerzas desplegados dentro de sus fronteras, luego del atentado del miércoles en la revista satírica Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos.
Finalmente, los prófugos fueron identificados por la policía en la ruta nacional 2, que llega a la capital francesa, a bordo de un auto robado, al intentar evadir una barrera de control policial.
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Después de un tiroteo y persecución, los dos sospechosos se atrincheraron en la imprenta Dammartin-en-Goele, en la región de Seine-et Marne (40 km al noreste de París), con un rehén.
Horas más tarde, los franceses de origen argelino Kouachi salieron de la imprenta tirando con sus ametralladoras kalashnikov sobre las fuerzas del orden pero rápidamente fueron abatidos por los francotiradores, informó la radio France Inter. Sin embargo, el rehén, un joven de 26 años, fue encontrado ileso encerrado en una oficina.
El ataque continuaba
Pocos minutos después, la brigada de elite BRI realizó un asalto en el supermercado kosher de la Porte de Vincennes tras cuatro horas de un toma de rehenes llevada a cabo por Amedy Coulibaly (32 años) el cómplice de los hermanos Kouachi.
El canal de televisión BFMTV aseguró que Coulibaly colgó mal el teléfono tras negociar con los policías, quienes pudieron escuchar las conversaciones, y fue seguido dentro del supermercado por el sistema de videovigilancia para llevar a cabo el asalto.
El presidente francés Francois Hollande habló por TV a los franceses, en un discurso de 5 minutos en el que señaló que Francia es "un pueblo libre que no cede a las presiones y que no tiene miedo porque somos capaces de defender nuestros valores cuando la paz está amenazada". Se mostró orgulloso de la actuación policial, de su "coraje y eficacia" y subrayó en medio de emotivas palabras que el país "saldrá fortalecido".
También, aclaró que la amenaza de la que Francia es blanco "aún no terminó" y que decidió "reforzar todos los medios para proteger los lugares públicos para vivir tranquilos, para no sentirnos amenazados".
Este domingo toda Francia realizará una "Marcha Republicana", para condenar los hechos de violencia y recordar a las víctimas. Junto al presidente socialista Francois Hollande marcharán la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro británico David Cameron, el Jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, entre otros altos dirigentes europeos.
Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que Francia debe permanecer "vigilante frente al terrorismo", saludó las operaciones policiales y subrayó que Washington se mantendrá del lado del de París ante cualquier amenaza. También ofreció ayuda a Francia en la investigación de lo sucedido y Earnest aseguró que hubo varias conversaciones entre funcionarios franceses y estadounidenses sobre el asunto, pero no quiso precisar si Estados Unidos había proporcionado asistencia en la pesquisa.