¿Los precios internos siguieron la evolución del dólar blue? ¿Ha sido éste el tipo de cambio que impactó en la conformación de los costos de aquellos productos que forman parte de la canasta básica? La respuesta, en ambos casos, es que no.
Así puede observarse gracias a un relevamiento que realizó El Destape. La variación del precio del dólar en las "cuevas" no guarda relación con lo ocurrido con la inflación, ya sea la que mide el INDEC como la (mal) denominada inflación Congreso, el promedio de índices de consultoras privadas que difunde el PRO de forma mensual. Los costos, sugieren fuentes vinculadas al comercio exterior, siguen relacionados mayoritariamente con el tipo de cambio oficial, por lo que una brusca devaluación de este iría a precios, más allá de algunos pronósticos que auguraban que la economía ya se regía con un dólar a 16 pesos.
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Mientras el tipo de cambio oficial tuvo un leve pero sostenido incremento mes a mes (con una devaluación nominal del 10,5% entre enero y octubre de este año), el blue ha tenido fuertes oscilaciones que no se correspondieron con la variación de la inflación. Entre febrero y junio, la divisa norteamericana cotizó a la baja pero los dos índices de precios que aquí tomamos registraron un incremento en marzo para luego estabilizarse en torno al 1% (INDEC) o 2 (índice de privados). Inclusive, en septiembre el dólar paralelo encontró su techo ($16) mientras que la inflación oficial se mantuvo estable (1,2%) o a la baja, en el caso del índice de la oposición (1,9%).
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Para realizar esta comparación, se tomó el índice que difunde mes a mes el grupo de diputados de la oposición, el organismo oficial de estadísticas y el valor del dólar al cierre de cada mes, informado por el Banco Central y el que surge de la información que dispone este portal.
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El presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santisteban, aseguró a El Destape que la referencia es un dólar cercano a los 9,6 pesos. "El importador importa y paga dólar oficial. Ahora, si luego que importa a dólar oficial, cuando hace cálculos de costos, en lugar de tomar el que paga toma el mayor, ya entran otras variables", advirtió.
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Santisteban aseguró que puede haber empresas que hayan "remarcado" teniendo en cuenta un dólar a más de 10 pesos, pero no es algo que plantearán en la cámara y no se corresponde con el tipo de cambio al que consiguen los insumos. Aquí, asegura, juegan cuestiones del mercado interno en cuanto a la posibilidad de fábricas y comercios de remarcar hasta donde se pueda: "Si uno compra a 10 y tiene posibilidad de venderlo a 14 porque el mercado le admite ese precio, gana más. Si el producto lo vende otro y ese lo vende a 11, su margen de poder es otro. Esto excede al tipo de cambio oficial".
"De manera generalizada, el importador no usa el contado con liquidación, sería un quebranto", apuntó.
El ex vocero de la cámara y actual director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, Miguel Ponce, señaló a este portal que en los últimos meses se incrementó la cantidad de empresas que emplearon el "contado con liqui", más alto que el oficial pero más bajo que el blue. "Antes de las PASO, el comercio se manejaba por el tipo de cambio oficial. Después, el tema empezó a ponerse más duro". Ponce estimó que en la actualidad "entre 230 y 250 empresas" usan ese mecanismo para pagar importadores.
En estas compañías, advirtió Ponce, sí se está dando el denominado pass-through, que es el traslado a precios del aumento del tipo de cambio. "Se va a notar en electrónicos, electrodomésticos y en automóviles". El paso brusco a un tipo de cambio más alto en el caso de los precios, considera, "ni va a ser monstruoso ni tampoco no va a pasar nada".
Del lado de los productores de alimentos reconocen un aumento en caso de que el dólar llegue a 14 pesos, pero menor a la devaluación. El presidente de COPAL, Daniel Funes de Rioja, señaló a El Destape que el impacto por la suba del tipo de cambio "se verá en proporción a los insumos importados" que ese producto tenga. La industria alimenticia, exportadora neta, tiene distintos porcentajes de componentes importados según el tipo de producto. Unos pocos casos, como el del cacao o el café, se traen de afuera. "No todo se arregla con corrección cambiaria", apuntó Funes de Rioja.
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