Marcelina Meneses era una joven migrante de 30 años de origen boliviano que vivía con su familia en Ezpeleta, localidad bonaerense de Quilmes. El 10 de enero de 2001, en una calurosa mañana de verano, viajaba en la Línea Roca de la ex empresa Trenes Metropolitanos (TMR) a las 9 am. para llevar a su hijo Josua de 10 meses al Hospital Finocchietto, en Capital Federal.
Ya acercándose a la Estación Avellaneda y disponiéndose a salir rozó con los bolsos a un pasajero mayor que le gritó “¡Boliviana de mierda! ¡No mirás cuando caminás!”. Solo una persona, Julio Cesar Giménez (quien fue el único testigo que declaró) intervino en la discusión diciendo que tengan más cuidado ya que era una señora con un bebé. El testigo cuenta que frente a su acción, un segundo pasajero agregó: “Qué defendés vos, si estos bolivianos son los que nos vienen a quitar el trabajo. Igual que los paraguayos y los peruanos”, otros pasajeros se sumaron a los insultos xenófobos a la mujer y al bebé.
El testigo comentó también que cuando la situación se puso más tensa, un guardia se acercó hasta que escuchó la discusión y los insultos xenófobos y culpó a “los bolivianos” de “hacer quilombo siempre” pero sin solucionar el conflicto solo se apartó. Marcelina y su bebé fueron empujados del tren y fallecieron allí sin atención médica. Giménez contó tiempo después que vio como ella agonizaba. Ninguno de los dos tuvo asistencia médica.
Giménez en diversos relatos contó: “Fue una cosa de segundos. Se había sumado otra gente. Hubo más insultos y escucho que uno que estaba de ropa de Grafa le dice a un compañero: “¡Uy, Daniel, la puta que te parió, la empujaste!”.
El testimonio de Giménez, un cooperativista de 42 años en ese entonces, fue el único en la causa. Su relato sirvió para conocer toda la historia con el fatal desenlace. Gracias al testigo se pudo conocer el caso. La empresa TMR desde el comienzo sostuvo que Meneses había sido rozada por el tren cuando caminaba por las vías
De todas las personas que se encontraban en el vagón solo uno salió como testigo. Nunca se pudo saber quien fue el autor del crimen de la mujer y su hijo. Por la Ley 4409/12, sancionada por la Legislatura porteña, como Día de las Mujeres Migrantes. Se rinde homenaje al aporte de todas las mujeres en una fecha que fue elegida a partir del recuerdo de los asesinatos.
Caba: Sin oficinas de acceso a los derechos para personas migrantes
Maru Bielli, legisladora del Frente de Todos, asegura que es necesario crear más espacios de contención y volver a repensar políticas de integración para las personas migrantes: “No solo en CABA hubo un retroceso, también en Nación en los últimos cuatro años. El mismo fue material pero también simbólico”, expresó la legisladora.
En el gobierno de Ciudad, los trabajadores migrantes sufren persecución policial y, además, es la única institución a cargo de política migratoria. Es decir, no hay oficinas para el acceso al derecho”.
Bielli también dijo: “La mejor forma de conmemorar a Marcelina es pensar políticas para integrar a las personas migrantes, en el caso de la gestión también que se crucen las mismas con la cuestión de género, creo por eso importante también tener el apoyo institucional del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad para acompañar, de ahora en adelante todas las iniciativas que nos sirvan para integrar”, sostuvo la legisladora.