Por primera vez, la plana mayor del Gobierno salió a ponerle la cara al escándalo por la deuda del Correo Argentino. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, desestimó que haya un conflicto de intereses y anunció que pedirán la intervención de la AGN y que la Cámara de Apelaciones haga un análisis "integral", con los juicios cruzados de la empresa.
Insólitamente, el Gobierno calificó el conflicto por la condonación de la deuda como un problema "técnico-jurídico" y no político, pese a las fuertes críticas de la oposición por haber aceptado un acuerdo que implicaba congelar el capital de la deuda, 15 años después del concurso, y se terminará de pagar recién en 2033.
Asimismo, el ministro a cargo de las telecomunicaciones respondió insólitamente que no consultaron a la Oficina Anticorrupción porque "no es un asunto que tenga que ver con la corrupción".
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El Gobierno anunció que pedirán a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial que realicen un análisis "integral" del asunto. Esto es: que tengan en cuenta no solo el acuerdo ya firmado entre el Estado y Correo por la deuda, sino también los juicios que SOCMA le hizo al Estado.
Asimismo, pedirán que la AGN elabore un informe de toda la causa por la convocatoria de acreedores de la firma concesionaria del servicio postal. Sin embargo, minutos después de la conferencia, el titular de la AGN, el peronista Oscar Lamberto, lo desestimó: "Los informes se hacen a pedido del Congreso. No soy empleado de Peña".