Once integrantes del Servicio Penitenciario Federal fueron detenidos por torturar presos en el penal federal de Ezeiza. Las detenciones, que incluyen el procesamiento preventivo, fueron ordenadas por la Sala II de la Cámara Federal de La Plata, que consideró que las torturas aplicadas a un grupo de presos son el resultado de "un fenómeno sistemático" que afecta "la vigencia plena del Estado democrático de derecho".
"La aplicación por parte de agentes estatales de torturas como la imposición de condiciones inhumanas de detención y el uso abusivo del poder coercitivo estatal son prácticas que por su gravedad, extensión y masividad afectan la vigencia plena del Estado democrático de derecho", indicaron los camararistas César Álvarez, Olga Calitri y Leopoldo Schiffrin en dos resoluciones judiciales, que revocaron las decisiones del juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina, quien había dictado la falta de mérito para todos los acusados.
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Las definiciones de los camaristas son similares en dos causas por torturas ocurridas en el penal de Ezeiza. Una de ellas corresponde a los golpes sufridos por Brian Nuñez, quien fue apaleado por los penitenciarios Nicolás Luzco, Guillermo Molina, Daniel Tarroza y Marcelo Blanco. Todos fueron detenidos y para tomar la decisión los jueces consideraron las declaraciones del médico penitenciario Esteban De Blasi, quien había revisado a Nuñez antes de la golpiza y no tenía heridas, y Matias Cané, quien vio como le pegaban a Nuñez.
"Resulta necesario dimensionar los hechos de tortura como un fenómeno sistemático en las cárceles de nuestro país", indicaron los camaristas en la causa por los golpes a Nuñez producidos el 19 de enero de 2015.
La otra causa es por la "bienvenida" -una golpiza al ingresar al penal- que un grupo de penitenciarios le dieron a Mario Fuenzalida, Marcelo Stefanovich, Mario Lugones, Alberto Martínez Rodríguez, Luciano David Riaggio, Marcos Eusebio Rodríguez, Carlos Alberto Placeres, Marcelo Pinto Moreira y Rubén Gallego Vaquero. Todos ellos llegaron a Ezeiza desde el penal de Devoto.
Los detenidos por esta causa son Germán Eduardo Aguirre, Mario Javier género Suarez, Sergio Godoy, Osvaldo Fermín Paez, Pablo César Pascuali, Gustavo Miguel Vivas y Darío Herrero.
Según la denuncia y lo detallado por los camaristas, el 7 de septiembre de 2011, un grupo de presos fue llevado desde Devoto a Ezeiza y al ingresar, cerca de las ocho de la noche, fueron alojados en celdas individuales, conocidas como "leoneras". Los médicos del penal los revisaron y no tenían lesiones.
"Bueno, Negro, esto no es Devoto, esto es Ezeiza, te vamos a dar la bienvenida y si querés hacer la denuncia hacelam total es una más", les dijo uno de los Jefes de Requisa a uno de los presos y comenzaron a golpearlo, según consta en la resolución judicial. Lo mismo ocurrió con los otros recien llevados: cuando volvían a las celdas golpeaban con palos y patadas en distintas partes del cuerpo.
Las golpiza, que ejecutaban por turnos unos 6 o 7 penitenciarios contra un detenido, continuaron aún cuando los golpeados caían al piso. Esas lesiones fueron constatadas siete días más tarde por integrantes del Cuerpo Médico Forense.
"He notado que los informes médicos denotan un cierto grado de encubrimiento de los hechos acontecidos. En efecto, en los distintos informes que hemos relatado, los médicos del Complejo concluyen con complementos absurdos como las características inespecíficas de las mismas no se puede aseverar ni descartar que pudieran haber sido auto inflingidas'", señaló Schiffrin en su voto y se le pidió al juez Santamarina que "ahonde" en la investigación sobre el rol que tomaron los médicos del Complejo Penitenciario Ezeiza.