Desde la DAIA aclaran que "no hubo movimientos para echar a Timerman" antes de su renuncia

29 de abril, 2015 | 09.14
El presidente de la DAIA, Julio Schlosser, dijo que no observó ningún movimiento para echar al canciller Héctor Timerman de la AMIA antes de su renuncia, y remarcó que las entidades de la comunidad "jamás" mezclarían "intereses económicos con los muertos" del atentado ocurrido en 1994.

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En una entrevista concedida a radio Mitre, el dirigente de la comunidad judía aclaró que Timerman no puede renunciar a la DAIA, ya que la misma está compuesta por otras asociaciones y no por personas, como sí ocurre con la AMIA, organización a la que el canciller presentó su renuncia con duras críticas.

"Nosotros (por la DAIA) somos la representación política de la comunidad judía argentina, de aquellos que están institucionalizados. El canciller ha dejado de pertenecer a una institución y tiene el derecho a considerarse no representado por la DAIA", remarcó.

Luego, respondió a las críticas que hizo el ministro de Relaciones Exteriores, respecto de una actitud "obstruccionista" de AMIA y DAIA con la investigación del atentado a partir de su rechazo la memorándum. Al respecto, recordó que en el fallo de Daniel Rafecas que desestimó la denuncia de Nisman dice el magistrado: "Estoy en condiciones de afirmar que la República de Irán hace casi dos años que ha demostrado su desinterés en el memorándum cuando tomó conocimiento que no se bajaban las alertas rojas".

"No fue el accionar de ninguna institución ni directivo" el que obstruyó la aplicación del acuerdo con el país persa, sino "el memorándum, lo que resulta de él y lo que nuestro gobierno afirmó categóricamente" fue lo que provocó "que Irán no tuviera interés en seguir adelante".

Por último, el dirigente volvió a negar cualquier vínculo con los fondos buitre y agregó: "Emitimos un comunicado cuando los fondos buitres trataron de mezclar el atentado con sus intenciones y hemos repudiado que cualquiera pudiera mezclar los muertos con intereses económicos y financieros. Jamás mezclaríamos intereses económicos con el atentado".

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