Del Caño: "Cambiemos busca que haya más desempleados para que bajen los sueldos"

10 de agosto, 2017 | 18.58
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El Destape: ¿Cuáles son las propuestas que llevará el Frente de Izquierda al Congreso?

Nicolás Del Caño: Hay un aumento de la desocupación y de los despidos, por lo que proponemos reducir la jornada laboral a seis horas, cinco días a la semana, para repartir las horas de trabajo entre ocupados y desempleados, y de esa manera permitir que se genere empleo. Esto apunta a uno de los principales problemas de la clase trabajadora.

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También proponemos que el salario piso cubra el costo de la canasta familiar. Además, buscamos que la jubilación mínima se eleve a los $ 16.000, con impuestos a las mineras, a las grandes cerealeras y también a los bancos, que obtuvieron grandes ganancias del 65% en 2016. Hoy el haber mínimo es de $ 6.400, y dos sumadas no alcanzan el límite de pobreza.

Con Myriam Bregman presentamos un proyecto de ley que apunta a que se tomen medidas urgentes para combatir la violencia machista, e insistiremos con este proyecto de emergencia para que se construyan refugios, para que puedan haber licencias para las mujeres que sufren violencia de género.

Aumento del presupuesto educativo y de la educación pública y demandas que hacen a las necesidades del pueblo trabajador, como el tema de la vivienda.

¿Por qué se incrementaron el cierre de empresas y la represión a las protestas de los trabajadores?

El aumento de los cierres está vinculado a una fuerte caída del consumo. Las empresas siempre atacan a los trabajadores: cuando hay crisis quieren que la paguemos nosotros, el pueblo trabajador. Y por eso se dan estos despidos.

Pero también tiene que ver con una búsqueda de las patronales de imponer, con el crecimiento de la desocupación, una gran presión hacia los trabajadores ocupados, para que acepten condiciones en baja de los salarios y de las conquistas. Si lo escuchábamos a (Mauricio) Macri, él dice que hay que trabajar los sábados y domingos, que hay que trabajar más.

Inclusive, de las “reformas”, como le llaman ellos, que implica elevar la edad jubilatoria a 62 años las mujeres y 67 años los varones sería un nuevo ataque al pueblo trabajador (adelantado por El Destape en mayo). Pero es un poco paradójico: mientras hay despedidos a los 45 ó 50 años que no tienen cómo conseguir un nuevo empleo, dicen que se puede trabajar hasta mayor edad.

Lo que buscan es que cada vez haya más desempleados para que puedan presionar. Es una experiencia que ya vivimos en los 90, donde la flexibilización laboral se aplicó a partir de ese chantaje a los ocupados a partir de una gran masa desocupada que estaban desesperados, porque no tenían con qué darles de comer a su familia.

¿Y por eso el Gobierno es que piensa aplicar la flexibilización laboral ahora?

Bueno, a partir de la flexibilización laboral que se aprobó en el congreso brasileño lo que escuchamos acá es: ‘para competir, lo tenemos que hacer en la Argentina’. Y por eso es una de las apuestas del Gobierno para después de octubre para avanzar contra los trabajadores.

Creo la flexibilización no va a pasar. Depende mucho de lo que haga la clase trabajadora, cómo se organice y enfrente este plan del Gobierno. Los trabajadores no van a aceptar una imposición de estas características.

Cambio ahora el foco hacia los trabajadores de la educación ¿Cómo piensa el FIT la calidad educativa, tan criticada?

Una de las propuestas principales del Frente es elevar los salarios de los docentes y que trabajen al día cuatro horas frente a clase y dos horas las puedan destinar para planificación y capacitación.

Pero además, hay que aumentar el presupuesto. El tema central hace a la infraestructura de las escuelas también, y en el conurbano bonaerense principalmente y en muchos lugares de Buenos Aires son una catástrofe las condiciones edilicias. Si la educación pública todavía se mantiene en pie es gracias a los docentes y la comunidad educativa.

El presupuesto se debe aumentar de manera inmediata, dejando de pagar la deuda externa, poniendo impuestos a los ricos, a los grandes grupos económicos y poniendo el eje en beneficiar al conjunto del pueblo trabajador.

Hay que quitarle los subsidios a la educación privada, para que sea única, estatal y nacionalizada, ya que con la Ley Federal de Educación quedó provincializada.