"La comparación no tiene ningún asidero porque se trata de máquinas con funcionamiento y objetivos diferentes a las centrales térmicas, ya que al ser unidades pequeñas de rápida entrada y salida de servicio facilitan la operación de la red durante los períodos de requerimientos extremos del servicio eléctrico en invierno o verano, manteniendo equilibrados los niveles de tensión necesarios en puntos del sistema eléctrico en los cuales ante crecimientos exponenciales de demanda eléctrica, se requiere un incremento inmediato de oferta local de rápido aporte", explicó De Vido.
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"En cambio -según sostuvo el ministro-, una turbina de gran porte no es de rápida entrada y salida de servicio debiendo mantenerse en generación y obligando a no despachar generación hidroeléctrica que es de menores costos".
Asimismo, De Vido remarcó que "las centrales de Energía Distribuida impulsan el desarrollo federal en las regiones que históricamente no poseían caudal energético para el crecimiento de la actividad económica" y aseguró que "existen más de 80 localidades en todo el país que hoy cuentan servicio energético a escala, haciendo posible la radicación de industrias y duplicando su producto bruto geográfico, como sucedió en Realicó en La Pampa, Salto en Buenos Aires, Paso de la Patria en Corrientes o Tinogasta en Catamarca, por citar algunos ejemplos".
Por último, el ministro señaló que "en el marco de la ejecución del Plan de Obras de Infraestructura más importante de la historia, estas centrales serán reemplazadas en los casos en que sea posible, mientras que en los cuales el esquema de demanda así lo requiera, serán mantenidos en virtud del impacto positivo que tienen para promover el desarrollo de regiones que de otra manera no podrían desarrollarse".