Por Juan Pablo Mansilla
Redacción El Destape
El ex presidente Fernando de la Rúa criticó "la celeridad con la que ha actuado" el juez Daniel Rafecas para desestimar la denuncia iniciada por el fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner. Aunque aclaró no haberla leído, sostuvo que la decisión del juez "no está firme" y confió en la apelación del fiscal Gerardo Pollicita. A su vez, aseguró no conocer al ex agente Antonio Jaime Stiuso y criticó la reforma al área de Inteligencia impusada por el Gobierno.
¿Cómo analiza la decisión de Rafecas?
No he tenido tiempo de leer la presentación. Lo que no deja de llamar la atención es la celeridad con que actuado con tantas horas de grabaciones. El de Alberto Nisman fue un trabajo de mucha dedicación así que hay que leerlo con atención y con cuidado. De todos modos es una resolución que todavía no está firme, que es apelable. Toda esta denuncia, más allá de si hay delito o no, lo que ha puesto en el centro de la escena es el Memorándum con Irán, que fue un gravísimo error del gobierno que deformó la realidad de las investigaciones. Fue una de las cosas en las que todo el mundo estuvo en contra pero la Presidenta lo defendía a capa y espada. Es el problema central.
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¿Marchó el 18F junto a los fiscales?
No pude concurrir. He marchado con mi espíritu. Fue un pronunciamiento popular categórico por una noble causa, que es la separación de poderes, la defensa de la justicia, la paz; el respeto entre los argentinos.
La SIDE y la Alianza
La primera gran purga en la Secretaría de Inteligencia desde el retorno de la democracia se produjo en febrero de 2000 cuando Fernando De la Rúa resolvió junto al ex titular de la SIDE Fernando De Santibáñez despedir a mil agentes.
¿Cómo se decidió echar a mil agentes?
Fue con el propósito de reducir personal que había crecido, de una manera exagerada, durante la gestión del presidente (Carlos) Menem. Dentro de la Secretaría de Inteligencia (Fernando) De Santibañez inició un proceso de selección con el retiro de jubilados y contratados. No se hizo con un criterio político sino con la necesidad de reducir el gasto.
¿No hubo preocupación por el destino de los agentes?
No, la preocupación que surgió después, en algunos casos, fue por gente que había perdido el empleo, la jubilación que no representaba el mismo ingreso que tenían en actividad. Eran problemas propios de una medida drástica y fuerte que debía estar acompañada en otros ministerios pero que no se hizo.
De la Rúa resolvió en paralelo que un total de 500 agentes civiles de Inteligencia, que formaban parte del Ejército, fueran cesanteados y disolvió el Batallón 601, "cerebro" de la represión ilegal durante la última dictadura militar.
¿Cómo analiza los últimos cambios implementados por la Presidenta en la SI?
Esto tiene otro color, otra perspectiva. Esto se refiere al manejo político de la Secretaría pero no es para reducir gastos sino para quitar funcionarios de confianza después de haberlos usado. Pero eso lleva a cómo fue la convivencia interna dentro de la Secretaría con el Gobierno.
¿Usted conoció a Stiuso?
No, nunca lo conocí porque los funcionarios de la SIDE eran otros (el llamado director de Comunicaciones, de Inteligencia y Contrainteligencia) pero Stiuso nunca figuró.
Pero la Dirección general de Operaciones fue creada durante su Gobierno...
Puede ser, pero Stiuso no estaba ahí; no era el director. Creo que él empieza a actuar en 2003. Es por lo que leí, no he tenido acceso directo a la información. (N.de. R.: Stiuso ocupó la jefatura durante la presidencia interina de Adolfo Rodríguez Saa)
Alejado de la actividad pública y a poco de las elecciones presidenciales, De la Rúa consideró que la oposición "está hablando fuerte y con claridad" al tiempo que le pidió a Cristina Kirchner "más diálogo".
¿Cómo cree que serán los próximos meses en el último año de Cristina?
Depende de su actitud. Si entiende que el camino es el diálogo, puede mejorar las cosas. Si no, como viene haciendo hasta ahora, se van a agravar las tensiones.
¿Cómo ve ubicada a la oposición y a los propios radicales en este contexto?
Los veo hablando fuerte y con más claridad. Es lo que deben hacer con respeto pero con claridad y con firmeza.
¿Ya sabe a qué candidato votará?
No me ponga en ese lugar. Mis simpatías son radicales pero hay que guardar la convención sobre quién se va a presentar. De modo que no me manejo por afinidades si no con la preocupación de que se ocupen los mejores lugares y se ejerza la oposición con la claridad y la fuerza que haga falta.