En el cierre de la Conferencia Anual de la UIA, la mandataria hizo el anuncio junto a la plana mayor de su gabinete y sentada junto al titular de la entidad, Héctor Méndez, con el que bromeó en reiteradas oportunidades.
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"Más que sobrevivir, con los Kirchner la industria revivió", le respondió Cristina a Méndez, que había bromeado sobre su "supervivencia" a los gobiernos de ella y su marido, el ex presidente Néstor Kirchner. "Uno de los méritos que tiene nuestro proyecto es haber tenido como uno de sus objetivos fundamentales la reindustrialización del país y la industrialización de la ruralidad", sostuvo la jefa de Estado.
Además, recordó que "durante buena parte de los años 90 se creció en términos de PBI, pero no hubo desarrollo, se llegó a niveles inconcebibles de pobreza, a una desocupación de un cuarto de la población, un país ni siquiera exportador de materias primas porque no tenía competitividad".
La mandataria le respondió también al pedido de la UIA para que se declare inconstitucional la Ley de Abastecimiento, que Méndez criticó con dureza en su alocución. "Nunca se declara la inconstitucionalidad en abstracto. Les recomeindo que esperen a que la ley se reglamente. Nadie les va a dar la inconstitucionalidad sobre algo abstracto", señaló.
De paso, defendió la norma al firmar que "sin una ley de relaciones entre los productores y los consumidores no se podrán evitar abusos", como los precios de dumping y la posición dominante de algunos empresarios, en especial productores de materias primas. "A todos les molesta el Estado cuando los analiza a ellos, pero después piden protección del Estado para que no deje entrar productos. No podés estar con el Estado cuando te conviene y contra el Estado cuando no te conviene", sentenció.
Otro de los cruces entre CFK y el titular de la UIA, que siempre fueron en tono distendido pero dejando claras las posiciones, fue en lo referido a la competitividad. El industrial pidió garantías desde el Estado para garantizarla y la mandataria le respondió que "el Estado tiene mucho que ver" con el sostenimiento de la misma, en especial a través de los subsidios al consumo energético y al transporte, que permiten una reducción de los gastos de los trabajadores y, por ende, calma las demandas salariales.
"Si el tren costara el precio real del boleto, seguramente sus trabajadores les pedirían más dinero porque tendrían un costo extra. El subsidio al transporte no es solo al pasajero, es transporte barato de la fuerza de trabajo, que contribuye a la competitividad", subrayó la Presidenta.
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