El último índice de pobreza que publicó el INDEC dejó al descubierto el desastre económico generado por Cambiemos. Sin embargo, desde el Gobierno trataron de minimizar las penosas cifras argumentando que más allá de la caída de los ingresos, hubo un fuerte avance sobre el ataque a la deficiencias estructurales históricas. ¿Qué tan cierta es la postura del oficialismo?
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el ministro de Producción, Dante Sica, ofrecieron una conferencia de prensa, luego de que se haya dado a conocer que la pobreza llegara en el primer semestre al 35,4% y la indigencia trepara al 7,7%.
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Sin dar indicaciones sobre políticas a corto plazo, Stanley trató de relativizar las cifras. "Más allá de los ingresos, hemos trabajado en modificar los factores estructurales. En infraestructura para cambiar estas realidades, como el asfalto, el agua potable, las cloacas... para que las familias vivan mejor", resaltó. Tras considerar que en esta gestión “han mejorado” la educación y el acceso a la salud, mencionó: “Para reducir la pobreza hay que igualar las oportunidades". Sin embargo, no dio datos concretos sobre estos ítems.
El último documento sobre indicadores de condiciones de vida de los hogares (al segundo semestre de 2018), reveló que el 89,8% de los hogares contaba con acceso a la red de agua corriente, el 70,4% accedía a la red de gas natural y el 70,0%, a la red de cloacas. Lo cierto es que no se registraron grandes avances respecto a un año antes y, de hecho, hasta hubo retrocesos.
La comparación interanual -segundo semestre de 2017- arrojó que en ese momento, el 89,6% de los hogares accedía a la red de agua corriente; el 71,2% a la red de gas natural y el 70%, a la red de cloacas. Los números oficiales desmienten al discurso bajado desde Cambiemos.
Por ejemplo, desde diciembre de 2015 el promedio anual de obras de agua y cloaca en la Ciudad y el conurbano bonaerense bajó un 22,5% respecto de todos los años de mandato de Cristina Kirchner. Entre 2007 y 2015, el promedio anual fue de 43.151 conexiones, mientras que con Macri, el ratio cayó a 33.404, entre usuarios residenciales, empresas y baldíos.
Sobre las condiciones habitacionales, las estadísticas más recientes marcaron que el 80,5% de los hogares y el 76,3% de las personas habitaban en viviendas cuyos materiales son de calidad suficiente. Esto representó insignificantes mejoras del 0,5% y 0,8%, respectivamente.
En salud, al segundo semestre de 2017, el 69,5% de las personas tenía obra social, prepaga, mutual y/o servicio de emergencia, mientras que el 30% solo poseía cobertura médica a través del sistema público, lo que equivalía a 8.267.000 personas. Las cifras empeoraron en el segundo semestre de 2018: la cobertura descendió al 68,7%, mientras que el 31,2% se atendía en el sistema público.
En Educación, ¿Hemos mejorado?
De acuerdo a un informe de la organización CIPPEC, entre 2016 y 2018 se produjo una caída del 9% de la inversión educativa nacional en términos reales. Y la tónica se replica en 2019 ya que los $ 146.000 millones destinados a Educación este año representan la suma más baja en una década y, si se los considera en precios constantes de 2018 (quitando la inflación), son casi $ 50.000 millones menos respecto a 2015.
De esta manera, Cambiemos incumple la Ley de Educación Nacional de 2006, que contempla un mínimo de inversión del 6% del PBI en el área. Esa meta se respetó hasta 2015, pero ya en 2016, los fondos asignados descendieron al 5,8%, y hoy representan el 5,5%, la cifra más ínfima desde 2008.
El conflicto salarial docente dejó un saldo de 54 paros docentes desde el 2016, y la explosión de una garrafa en una escuela de Moreno, hace poco más de un año, que tuvo como consecuencia la trágica muerte de la vicedirectora Sandra Calamaro y el portero Rubén Rodriguez.
El desplome de los salarios
En compañía de Stanley, también dio la cara Sica, quien explicó: "Las crisis macro nos pusieron y cambiaron las condiciones de la economía. Los propios errores y las inconsistencias en términos de política monetaria y fiscal nos expusieron aun mas en frente a esto". El jefe de cartera puntualizó que "en el segundo semestre de 2018 habíamos visto una estabilidad en el empleo, pero seguramente lo que paso tras las PASO esto no se va a reflejar". Extraña conclusión sobre el balance del deterioro económico.
El último documento sobre Evolución de la distribución del ingreso que elabora el INDEC -correspondiente al segundo trimestre de 2019- arrojó que más de la mitad de la población gana menos que el salario mínimo vital y móvil, cuya reciente actualización lo elevó hasta los $ 16.875.
Si se partiera a la población total en 10 segmentos iguales, del decil uno al cinco, se registran ingresos que van de $ 5.000 a $ 16.500, desde una óptica individual.
El índice GINI, que mide la desigualdad de los ingresos, empeoró 2,8% en forma interanual al pasar del 0,422 en el segundo trimestre del año pasado al 0,434, de igual período de este año. El 10% más rico de la población tiene un ingreso promedio de $ 66.781, 23 veces más grande que el del sector más pobre, que llega a los $ 2.872.
El informe registró que en el segundo trimestre del año, casi el 50% de los hogares reunían ingresos totales promedio por decil hasta los $ 28.591, cifra que se encuentra por debajo del costo de la canasta básica de alimentos.
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