La Asociación de Concesionarias de Automotores (ACARA) solicitó al Gobierno la declaración de la emergencia económica y financiera por un año para la comercialización de autos, motos, camiones y buses. El rubro es uno de los más golpeados por al crisis que dejó el macrismo.
A través de una carta dirigida al presidente Alberto Fernández, desde el sector justificaron el pedido a raíz de la "dramática situación" que atraviesa la actividad con una caída de hasta 50% de la demanda interna.
La nota, firmada por el titular de ACARA, Ricardo Salomé, describió "la dramática situación económica y financiera en la que se hallan los concesionarios de automotores y motovehículos, como consecuencia de una baja de 50% en la demanda interna, como así también de una caída de la actividad en los talleres oficiales".
ACARA es una entidad que reúne todos los concesionarios del país y cuyo aporte "contribuye al sostenimiento del negocio" como "el principal empleador de la cadena automotriz", destacó el escrito de dos carillas.
"Además de una gran cantidad de socios adherentes, tenemos más de 1.500 concesionarios activos, entre automotores y motovehículos, empleamos a más de 75.000 trabajadores de alta calificación, que equivale, a nivel nacional, al 1% del total de puestos de trabajo registrados del sector privado", expresó la entidad.