Siguen cerrando restaurantes típicos de Buenos Aires y con ellos centenares de personas quedan sin trabajo y en la calle. Uno de los lugares que la crisis tocó fue el típico restaurante “Los Maizales” fue un clásico de Caballito y escenario de comidas familiares, reuniones multitudinarias de amigos o citas de a dos. Conseguir una mesa para un sábado a la noche era una proeza que valía la pena para poder servirse de las bandejas del buffet, paella incluida, del asador con sus chivitos en cruces y la mesa dulce.
Pero el restaurante amaneció cerrado con un candado el jueves 10 para sorpresa del personal que llegó antes de las 8 a cumplir con el turno mañana, y para los que habían estado trabajando en el local la noche anterior y se enteraron por la cadena de llamados que armaron entre sus compañeros.
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"Yo no les voy a regalar siete años de mi vida, a mí no me sirven 30 mil pesos", sentenció una empleada en declaraciones a C5N, visiblemente molesta por la situación.
Dos de los dueños de Los Maizales y el subgerente del local se presentaron en el restaurante de José María Moreno 333 custodiados por cuatro efectivos de una empresa privada de seguridad. En esas condiciones, uno de los propietarios recibió de a uno a los 80 empleados para ofrecerles unas indemnizaciones paupérrimas.
Una empleada que trabajó durante siete años en Los Maizales, dos en negro, que tenía vacaciones adeudadas y francos sin pagar, le ofrecieron 30 mil pesos de indemnización cuando la cuenta de "un sueldo por año trabajado" ronda los 120 mil y su salario ya estaba por encima de los 17 mil, según contó en off a Minutouno.com.
A los mozos que llevaban 20 años trabajando en él les ofrecieron $ 90 mil cuando les correspondería medio millón, frente a la negativa de los empleados por la magra compensación, el dueño los desafió a llevar todo a la justicia.
Ninguno de los empleados recibió un telegrama de despido o aviso previo y desde el sindicato que representa al personal informaron que los dueños no presentaron la quiebra.
"Hacía tiempo se hablaba de que venía todo mal", dijo la empleada, pero ni siquiera los rumores de venta la prepararon para el panorama de este jueves. "Yo no les voy a regalar siete años de mi vida, a mí no me sirven 30 mil pesos", sentenció.
Desde la empresa el cierre del restaurante pero se negaron a hacer declaraciones sobre el futuro de sus empleados. "Ya están avisados", afirmó Pablo Volpi, subgerente del local.
No son los únicos afectados, también cerraron los restaurantes Ribera Sur (Suárez y Del Valle Iberlucea) en el barrio de La Boca y Los Compañeros (Belgrano y Azopardo, en el barrio de Monserrat).