Córdoba: la Fundación Mediterránea le hizo un guiño a Alberto Fernández y ya lo ven Presidente

Los empresarios recibieron con aplausos al candidato a Presidente más votado en las PASO y que aspira a descontar la diferencia con Macri en esa provincia.

26 de septiembre, 2019 | 20.17

Alberto Fernández se fue satisfecho de Córdoba. Fue recibido con aplausos cuando entró junto a Pía Astori, presidenta de la Fundación Mediterránea,  al salón donde se encontró con empresarios que quedaron satisfechos con las propuestas que llevó para su eventual gobierno. Los presentes se fueron del hotel donde se realizó el encuentro con la sensación de que tuvieron en frente al próximo Presidente.

Además de Astori, a Fernández lo acompañaron en su ingreso al almuerzo, el empresario cerealero Roberto Urquía –fue el hacedor de su presencia en la Mediterránea-; el presidente del PJ cordobés y del bloque de senadores del PJ, Carlos Caserio; Fernando “Chino” Navarro, los diputados Eduardo “Wado” de Pedro y Felipe Solá. En el almuerzo trascendió que De Pedro será secretario General de la Presidencia y Solá irá a la Cancillería. Mientras que Santiago Cafiero ocupará el Ministerio del Interior. Ginés González García, en tanto, va a Salud.

En total, el candidato presidencial del Frente de Todos fue aplaudido tres veces por los 500 empresarios y dirigentes políticos que pagaron su tarjeta para escuchar su discurso de media hora exacta de duración en el salón principal del Holliday Inn: Alberto Fernández comenzó a las 14.07 y dejó sin tocar su postre de marquise de chocolate amargo con salsa de frutos rojos.

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Al inicio de su discurso, el candidato presidencial del Frente de Todos recordó a Carlos Sánchez, uno de los presidentes del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea. Y agradeció a Pía Astori y a Roberto Urquía por la invitación. También dijo que “es acertado el diagnóstico” que había brindado minutos antes el presidente del IERAL, Marcelo Capello, aunque marcó algunas diferencias.

Capello había dicho que en diciembre la pobreza llegará al 35% de los argentinos; y que se salía de este ciclo de pobreza e inflación a través de incrementar las exportaciones y no del consumo interno.

 

 

Alberto Fernández discrepó con el jefe del IERAL y aseguró: “Tenemos que generar dólares y los dólares se generan con las exportaciones. Pero también debemos decir que el 70% de lo que producimos los argentinos va al mercado interno. ¿De dónde salió que alentar el consumo interno y promover las exportaciones son conceptos antagónicos? Hay que empezar a promover el consumo; porque lo que más afectó a la economía es esa idea de que el único camino para combatir la inflación fue restringir el consumo”.

También fue muy claro al decir que “este gobierno del PRO, del radicalismo, de Cambiemos generó este daño. Restringieron el consumo al restringir el salario. Si ganan menos, consumen menos; entonces la demanda sube y los precios bajan. Pero hubo restricción en el consumo y se duplicó la inflación: rompieron todos los moldes de la teoría monetarista”.

En su discurso, Fernández detalló que “la deuda externa es un condicionante enorme y que “cuesta entender cómo nos pasó; ha sido magnífico cómo nos endeudaron”.

Recordó que en 2005 Argentina pagó toda la deuda contraída con el FMI: “Pasamos a la historia porque le pagamos todo al Fondo, la deuda contraída treinta años atrás, incluida la de la dictadura. Nosotros le pagamos 9.800 millones de dólares al FMI. Hoy debemos más de 57 mil millones. Y eso pasó en sólo un año... In-creí-ble lo que pasó”.

Y comparó la situación actual en relación a 2015: “La deuda argentina representa el 100% del PBI; mientras que hace cuatro años era sólo el 37% del PBI. Y para salir de esta deuda, tenemos que conseguir dólares, los dólares no se emiten, se consiguen con las exportaciones. Pero hoy este Gobierno nos llevó al default, que los posmodernos le dicen reperfilamiento de la deuda. Al posmodernismo le gusta cambiar el modo atroz de decir las cosas”.

 

 

En ese momento del discurso, los murmullos comenzaron en las mesas de los empresarios: “Qué claridad que tiene”, coincidían algunos. Dos empresarios jóvenes, segunda generación de industriales, que se sientan en la mesa chica de la Fundación Mediterránea confiaron a El Destape: “Hubo mucha discusión sobre si teníamos que invitarlo a Alberto Fernández o no; por toda la historia y la afinidad de la Fundación con (Mauricio) Macri. Y llegamos a la conclusión de que les guste a algunos y a otros no; va a ser el próximo presidente y hay que sentarse a escuchar qué tiene para decirnos. El discurso de hoy fue de corte industrialista, pero tampoco dejó afuera al campo. Fue muy claro”.

La invitación de la Fundación Mediterránea a Fernández al ciclo Desafíos para Crecer y la presencia de 500 invitados que pagaron entre $ 2.500 y $ 3.500 para escucharlo tiene un impacto simbólico muy fuerte: la entidad fundada por Piero Astori en 1977 es el think tank en el que se apoyó Mauricio Macri para llegar a la presidencia en 2015. Y el gobernador Juan Schiaretti es un hombre formado en la entidad cordobesa.

Schiaretti no estuvo en el almuerzo. “Hablamos por teléfono con el gobernador y él me explicó por qué no podía estar. De todas maneras, hubo muchos funcionarios del Gobierno de Córdoba”, aseguró Alberto Fernández a los medios. El ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano; su colega Ricardo Sosa de Obras Públicas y Financiamiento y Sergio Busso de Agricultura participaron del almuerzo. También estuvieron los intendentes Juan Manuel Llamosas de Río Cuarto e Ignacio García Aresca de San Francisco; y los intendentes electos Marcos Torres (Alta Gracia) y Facundo Rufeil (La Calera).

Schiaretti reivindicó en las últimas horas su presindencia para la boleta presidencial, dando libertad de acción a sus votantes. Para el tramo de diputados impulsa la boleta corta de hacemos por Córdoba que lleva de candidatos al legislador Carlos Gutiérrez y a Claudia Martínez, presidenta del PJ de la Capital.

Fuentes del albertismo y el schiarettismo coincidieron ante El Destape que la noche del 15 de septiembre, cuando Schiaretti visitó a Fernández en el mismo hotel de hoy, acordaron que el candidato presidencial almorzara con los popes de la Fundación Mediterránea y que el encargado de las negociaciones sería Roberto Urquía. El acercamiento entre el candidato del Frente de Todos y la entidad empresarial ligada a la derecha argentina sería un fuerte mensaje a la sociedad.

La concejal Natalia de la Sota –hija del fallecido gobernador José de la Sota-; la dirigente Olga Riutort; su hija concejal Victoria Flores; el viceintendente electo de la Capital, Daniel Passerini; el legislador electo schiarettista y vocal de la Fundacion Mediterranea, Juan José Blangino fueron otros de los peronistas que dijeron "presente" en el almuerzo de la Fundación Mediterránea.

“Hay que recomponer el salario de los trabajadores. Pero tenemos que fulminar estas tasas de interés. ¿Quién puede producir hoy? ¿Cuánto cuesta descontar un documento con una tasa del 80%? El secreto es hacer un acuerdo que vuelva a poner orden para hacer previsible Argentina. Uno no sabe lo que va a pagar de luz el mes que viene. Y no quieran pensar lo que significa ésto para un empresario. Ese acuerdo servirá para volver a ordenar el país; imaginen que una noche nos acostamos con los combustibles congelados y cuando nos levantamos habían aumentado 4%”, describió Alberto Fernández.

El primer candidato a diputado nacional Eduardo Fernández, quien también preside la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME) le dijo a El Destape que “este almuerzo, con la presencia de los empresarios más importantes del país indica que la crisis afecta a los que menos tienen, los asalariados y los jubilados; pero también golpea a los empresarios PyMEs que estamos ahogados; y los grandes empresarios también sienten el impacto de las malas políticas de este gobierno. Los únicos que se beneficiaron fueron los que apostaron a la timba financiera, no los sectores productivos. Y en Córdoba lo sentimos en el complejo industrial con despidos y suspensiones y tasas de interés usurarias”.

Casi veinte minutos después de haber comenzado su discurso, Alberto Fernández logró un segundo aplauso –fue tibio y sólo se sintió en la mitad del salón más cercana al estrado- cuando citó al ex presidente Raúl Alfonsín: “Necesitamos recrear un país que trabaje con la ética de la solidaridad, como dijo Alfonsín, pese a que no le guste a Negri”.

Y lo aplaudieron de pie, cuando al finalizar aseguró: “Siempre nos levantamos, siempre nos recuperamos. El argentino es un pueblo tremendo que se levanta mil veces. Yo a veces reniego de los empresarios que son ventajistas. Pero no es fácil ser empresario en este país; no es fácil ser empresario y tener la responsabilidad de generar puestos de trabajo”.

El broche final fue cuando el pleno del Directorio de la Fundación Mediterránea, encabezado por la presidenta Pía Astori le entregó al candidato peronista una placa recordatoria.

 

*Gustavo Molina es corresponsal de El Destape en Córdoba.