La crisis financiera-económica mundial se agrava cada vez más ante el avance del coronavirus. Tal es así que Wal Street profundizó su caída y cerró una jornada con el peor desplome desde el lunes negro de 1987, hace 33 años.
La principal plaza financiera aceleró la crisis en los últimos minutos de la sesión y cerró con el Dow Jones hundiéndose un 10%. Esta fue la peor caída porcentual desde el "crash" de 1987, tras la suspensión de vuelos desde Europa a Estados Unidos para contener la pandemia y pese a la drástica inyección de liquidez de 1,5 billones de dólares en el sistema financiero anunciada por la Reserva Federal de Estados Unidos.
Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones de Industriales se hundió un 9,99 % o 2.352 puntos, situándose en 21.201 enteros; mientras el selectivo S&P 500, que obligó a paralizar la bolsa esta mañana al descender un 7 %, terminó recortando aún más, un 9,51 %. Además, el índice compuesto del mercado Nasdaq descendió un 9,43 %.
Así, la amenaza de una recesión generalizada se torna cada vez más plausible y los mercados (Bolsas, bonos, petróleo) prolongan un repliegue que no se recuerda desde los peores días de la "Gran Recesión". Por ejemplo, el Ibex 35 español sufrió el mayor desplome de su historia (-14,06%)
En este penoso contexto, el Banco Central Europeo, comandado por Christine Lagarde, anunció nuevas inyecciones de liquidez. Se sumará a una dotación temporal de compras adicionales de activos netos por 120.000 millones (frente a los 20.000 millones mensuales actuales) hasta el final del año.