En diciembre de 2015, la plataforma Contenidos Digitales Abiertos (CDA) almacenaba de manera online 2032 horas de material audiovisual que el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos se encargó de borrar y encajonar, con el único fin de adueñarse de la idea y tomarla como propia. Así llegaron las productoras de empresarios amigos y con el antecedente de la exitosa plataforma (que permitía conectarse desde celulares, tablets y notebooks sin necesidad de registrarse y de manera gratuita) y los mismos contenidos-mientras arremetían con el área de Contenidos TDA- lanzaron Cont.ar "la plataforma PRO". El robo descarado no detuvo a Hernán Lombardi y a Mauricio Macri, quienes promocionaron la plataforma como un logro de la gestión pavonéandose como pioneros de los medios de comunicación. Bla, bla, bla. Puras falacias.
Bajo el jugoso atractivo de poder ver el mundial en la plataforma (una gran ironía puesto Mauricio Macri fue quien se encargo de eliminar Fútbol Para Todos) prometían revolucionar la forma de ver contenidos argentinos. Sin embargo, los trabajadores de Televisión Digital Abierta (TDA) denunciaron que “la plataforma lanzada por Hernán Lombardi ya existía, se llamaba CDA y la cerró él mismo en 2016.
La CDA había nacido en 2012 con el fin de integrar todos los contenidos audiovisuales digitales realizados con apoyo estatal. Era gratuita y permitía que los usuarios se registrasen en celulares, computadoras o televisores. Como para agravar la penosa situación más de 180 trabajadores fueron despedidos, víctimas de la disolución de la plataforma CDA. Las victorias culturales que los argentinos disfrutaron durante los mandatos de Cristina Kirchner fueron apropiadas, una a una.
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Así como estaba CDA, existía Odeón,“el Netflix argentino”, en donde también en forma gratuita se podía acceder a producciones nacionales tanto de televisión como de cine, además de las programaciones de Encuentro, Paka Paka y demás canales estatales. Como era de esperar, al cabo de un tiempo salió Cine.ar, y suplantó a la popular plataforma convirtiéndose en el segundo robo descarado en materia de plataformas audiovisuales. Mientras tanto, Lombardi sonreía para los medios monopólicos.
Una vez más, una propuesta popular (el Frente Todxs liderado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner) debe pagar por los platos rotos de un neoliberalismo negador. Para alivio de los argentinos, el archivo no miente y en las plataformas "rebautizadas" no han podido descartar la inmensa variedad de contenido producido durante un gobierno presente. Más allá de todo, las marcas quedan.