El paro nacional en Colombia desató la represión del Gobierno contra los manifestantes. En distintas regiones del país se registraron incidentes y una intervención desmedida de las fuerzas de seguridad contra quienes marchaban en contra del presidente, Iván Duque.
Se trató de la mayor jornada de protestas opositoras al mandatario perteneciente al uribismo (movimiento en alusión al expresidente Álvaro Uribe). Desde temprano, los manifestantes se concentraron en 400 puntos de todo el país.
Por la gran movilización policial, se registraron disturbios en Bogotá, con agentes lanzando gases lacrimógenos. Cali, la tercera ciudad más grande del país, decretó el toque de queda, después de que los incidentes dejaran un estudiante lesionado por una piedra.
Las manifestaciones fueron convocadas por sindicatos, estudiantes e indígenas. El movimiento obrero rechaza reformas para flexibilizar el mercado laboral y cambiar el sistema de pensiones, los indígenas exigen protección tras el asesinato de 134 campesinos desde que asumió Duque, y los estudiantes, más recursos para la educación pública.