El golpe de Estado en Bolivia genera repercusiones, no solamente, en la región sino también a nivel mundial. Por eso, dos de los principales actores en la geopolítica mundial, Rusia y China, sentaron posición de forma contundente y se pararon en contra de la avanzada de ultraderecha que derrocó a Evo Morales.
El Ministerio de Exteriores ruso expresó su fuerte preocupación ante los recientes acontecimientos en Bolivia, en lo que vio elementos de "un golpe de Estado orquestado". "Acogemos con alarma la dramática evolución de acontecimientos en Bolivia, donde una oleada de violencia desatada por la oposición impidió agotar el mandato presidencial de Evo Morales", declaró el ente según publica en Sputnik.
La Cancillería de aquel país calificó de "profundamente preocupante que el desarrollo de los acontecimientos, siguiendo las pautas de un golpe de Estado orquestado, malograse la disposición del Gobierno de buscar soluciones constructivas y dialogadas a lo largo de esta crisis política interna".
"Hacemos un llamado a todas las fuerzas políticas de Bolivia para que actúen de forma responsable y sensata, busquen una salida constitucional para recuperar la paz y la tranquilidad, restablezcan la gobernanza en las instituciones del Estado, garanticen los derechos de todos los ciudadanos y el desarrollo económico y social del país, con el que nos une una relación de amistad, interacción constructiva y cooperación mutuamente ventajosa", consta en la declaración.
Asimismo, el portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang, indicó que su gobierno espera que todas las partes puedan hallar una solución en el marco de la Constitución para restablecer la estabilidad política y social en Bolivia.
La Unión Europea instó a las fuerzas políticas de Bolivia a actuar con moderación para avanzar hacia unas nuevas elecciones: "Siguiendo los acontecimientos en Bolivia, me gustaría expresar claramente nuestro deseo de que todas las partes ejerzan moderación y responsabilidad y conduzcan el país de una manera pacífica y tranquila hacia unas nuevas elecciones que sean creíbles", declaró la alta representante de la UE para la Política Exterior, Mogherini en Bruselas.
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